El negro, mi nuevo vecino.
Fecha: 25/07/2018,
Categorías:
Gays
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... yo con el guebo en la garganta, como vanagloriándose de su triunfo, y eso que aun no me había cogido. Me lo sacó de la boca y comenzó a darme cachetadas con el guebo, me los estrujaba por toda la cara, y yo con mi lengua solo buscaba lamerlo. De repente me agarra de la mano de a coñazo y me levanta y me da la vuelta, lanzándome en la cama, quedando yo otra vez viendo al techo pero ahora era mi culo el que estaba en la esquina izquierda de la cama, con las nalgas sobresalientes del colchón, por momentos sentía que me podía caer, pero el sostenía mis dos piernas, las sostuvo ambas con una mano cada una y se me acercó y me besó, sentía su lengua invadirme la boca, cosa que a mí en otro momento no me hubiera gustado jamás pero a él nada le era negado de mi parte, así que me dejé. Entonces habló en la puntica de mi oreja, cosa que me estremecía. —Ahora si te voy a partir ese culito tan rico bebé. Yo no respondía. Si acaso entre dientes lograba formar un “Sí”. Sentí como se escupía en el guebo para lubricar, y me echaba saliva en el culo, yo lo sentía frío cuando quitaba su mano, después me acercó la cabeza a la entrada de mi culito y caí en cuenta de que no tenía condón puesto. Me asusté y lo detuve. —Ejeee, ah, ah, sin gorrito no hay fiesta. — ¿Qué? No vale no seas corta nota, ¿Cuál es el miedo? Yo estoy sano. —Igualito, por higiene. —Pero si yo vi que estabas limpio. —Nada, igual. —No vale, me la estás es cortando chamo. —Entiéndeme naguará. —dije yo, es que en el fondo sí ...
... tenía miedo a cualquier enfermedad, me aterra, uno nunca sabe, ¿y con este negro que era más perro que el coño? No mijo. —Pero bebé vale no seas así —me decía en el oído—: sin condón será más rico, te lo aseguro, es que si uso condón yo te hago disfrutar igual pero yo no voy a disfrutar tanto, y la idea es que disfrutemos los dos, ¿no? — dijo esto metiéndome la cabeza del guebo lentamente. Me estaba convenciendo. Me besaba una oreja, me la mordía, me daba besos en el cuello, me tocaba las nalgas con las dos manos, me las abría y me metía poco a poco el glande. Este sí que era un maldito que sabía cómo convencer a uno—. Anda bebé naguará, déjame metértelo así rico, ¿sí? Yo sé que tú quieres, anda. Lo logró, asentí. (GRAVE ERROR, VUELVAN A ANOTAR) Se levantó, me dejó ahí y lo seguí con la mirada. — ¿Fumas? —Sí— contesté —Esooo. — ¿Qué es? — ¿Qué va a ser? Cigarro no es. No pregunté más. Yo sí me había drogado varias veces, pero nunca teniendo sexo. Esto sí que sería divertido. Esperé a que al menos la droga me ayudara a no sentir tanto dolor en el culo con el madre guebo que ese negro tenía. Lo veía ahí parado, metiendo el punto en la pipa y se le veía tan rico el guebo que me paré de la cama y fui a mamárselo un rato ahí parado mientras él terminada con la weed. —Estás hambriento, bebé. No te me desesperes que ya vas a llevar guebo toda la noche. Terminó con la weed y la encendió, se sentó en la cama y echó un jalón mientras yo se lo mamaba, luego subí la mirada y estaba echando ...