1. Déjame ser yo


    Fecha: 26/07/2018, Categorías: Dominación / BDSM Autor: wastedLalo, Fuente: SexoSinTabues

    ... plantación «Los Tilos». Ya tenía ganas, era cierto, pero pensar en tener que separarse de Gama, tal vez para siempre, le llenó el corazón de congoja. Entonces Gamaliel le propuso que le acompañara a su casa, así la podría presentar a su familia. Melissa aceptó. Su intuición le dijo que aquel viaje imprevisto podía tener resultados imprevistos. Hasta el momento no habían hablado de prometerse y esa cuestión tenía a Melissa al borde de la desesperación. Confió que en ese viaje tuviera lugar su máximo deseo. Gama pasó a recoger a Melissa con un lujoso carro a la puerta de la residencia para señoritas en la que vivía la joven Melissa dio una orden seca a la jovencita que la servía desde que llegó a carolina y ésta se dispuso a guardar el maletín de viaje de su ama en la parte trasera del landó. —Hola señorita Melissa … está usted preciosa, radiante – le dijo el joven Gamaliel tratándola de usted como hacía siempre que se ponía solemne, bajando de un ágil salto del coche y depositando un fervoroso beso en la mano que coquetamente le tendía la beldad sureña. Hasta aquel momento la relación entre Melissa y Gama se había basado en declaraciones de amor eterno, en contemplar la belleza de las flores o en quedarse mirando a los ojos largo rato sin hablar. Melissa conocía todo de Gamaliel y de su familia pues había investigado por su cuenta pero éste desconocía todo de la muchacha de la que estaba perdidamente enamorado, lo único que sabía de ella era que procedía de Bayamón, Éste era ...
    ... el único punto que le producía cierta zozobra. Sus padres eran fervientes Narcos . Gama desconocía que los padres de Melissa, Melly como él la llamaba en un signo inequívoco de confianza, eran potentados terratenientes propietarios de cientos de esclavos. No lo sabía pero temía que así fuera, más por sus padres que por él mismo. Sentado en el carro junto a la más hermosa entre las hermosas Gamaliel se tocaba disimuladamente el pequeño bolsillo interior de su chaqueta de cuero . En él llevaba una carísima alianza de petición de mano y esperaba que todo fuese bien tras el breve viaje para que aquel brillante engarzado en un anillo de oro luciera en un dedo de la maravillosa mano de su amada Melissa. Pero Gama no tenía claro que el final de aquel viaje se saldara con el objeto de su deseo conquistado. Habían parado para comer en un autoservicio para continuar camino sin detenerse en exceso. Melissa se había percatado del nerviosismo que parecía afectar al joven Gamaliel . Ajena a los encontrados sentimientos y sospechas que agitaban al guapo —Qué te ocurre Gama? Pareces nervioso. Temes que no les guste a tus padres? – le preguntó Melissa con su habitual dulzura no exenta de un punto de coquetería. ―¡Oh, no, no es eso… es imposible que no le gustes a alguien! ¡Quien quiera que se diga amante de la belleza por fuerza tiene que enamorarse de ti, amor mío! –Gama carraspeó y se frotó las manos Melissa lo miró con cara de sorpresa. Incluso esa cara que reflejaba estupor consistía para ...
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