HUEVOS REVUELTOS 2 - Relatos Eróticos

HUEVOS REVUELTOS 2

La primerísima etapa con la absolutamente voluptuosa y libidinosa Clarita había salido perfecta. Los dos estábamos en el mismo nivel de lascivia y vicio. ¡Íbamos a empatar siempre! 
-Voy al baño, tesoro…
-Esperá, te acompaño.
-No… ahora no, preciosa. Es que… no me puedo concentrar…
-¡Jajaja! Te dejo en paz… ¡Pero me dejás con las ganas!
No había dudas… Laura le había contado todo… ¡todo! Y Clara quería probarlo todo… Pero yo quería que el nivel de lascivia fuera levantando poco a poco… ¡sino no quedaría nada para más tarde! 
	Cuando regresé, aliviado y limpito, Clara me esperaba sentada contra la cabecera de la cama. ¡Hermosa, vibrante y caliente! Me agaché sobre ella para besarla. Sin dejar de besarnos me acomodé sentado en el borde de la cama y senté a la hermosa sobre mis piernas. Me dediqué a besarle las voluminosas tetas… ¡tremendos pezones! Etapa anterior a que Clara, por su cuenta, bajara de mis rodillas y se arrodillara para mamarla. ¡Su técnica es superior! En principio pone el glande entre los labios acariciándolo suavemente, mirándome fijamente a los ojos. ¡No hay manera de resistir la calentura! Te la agarra con una mano y con la otra soba los huevos. Va entrando despacito en la boca, solamente hasta la mitad, la saca, la mete, la saca, la mete, sin dejar de mirarte, sin dejar de lamer, de acariciar el tronco y los huevos. Las sensaciones eróticas son infinitas. ¡Qué genial estuvo Laurita al inducir a Clarita a coger conmigo! No voy a tener cargos de ...

... conciencia. Lo haré con ambas, si eso se cuadra y no hay envidia ni competencia.
	Se puso la pija entre las tetas para pajeármelas, acariciando el glande con la lengua cada vez que llegaba hasta la pera. Estuvo muy bien. Le gusta mucho y lo hace fantástico. Como se la mete hasta el fondo de la garganta debe de tener mucha práctica, por que la hace profunda, más allá de la campañilla. Sentí el glande casi amarrado. Las ganas de acabar eran tremendas. Yo la sacaba a propósito para no venirme. Por supuesto no dejaba de apretarle las tetas. Como yo insistía en sacársela de adentro de su boca, se escupió entre la tetas, y me colocó la pija en el seno, para una buena paja, ¡una autentica cubana! Yo apretaba las tetas contra la pija. Clara sacaba la lengua todo lo que podía para lamerme el glande. Con las manos me acariciaba los huevos. Volvió a mamarme. Un poquito de cada cosa. Una mamada, una cubana, una mamada, una cubana… 
Me había intrigado mucho lo que me había dicho Laura, que por el momento Clara no tenía amantes. ¡Cómo es posible que semejante mina no tenga pila de tipos encima tratando de cogérsela! Era raro eso…
-¿Te puedo preguntar algo, tesoro?
-¿Lo qué? – Clara seguía con su tarea: mamar y pajearme con las tetas.
-Laura y vos conocen casi toda mi vida sexual, ¿no? Yo les conté todo…
-A Lauri le contaste… 
-¡Y ella te lo contó a vos!
-Bueno… si. Supongo que todo. ¡Y no le preguntaste nada más que su iniciación!
-¡Qué no le gustó nada!
-¡Sí! ¡Pobre! ¡Fue ...