HUEVOS REVUELTOS 2 - Relatos Eróticos

HUEVOS REVUELTOS 2

... de videos. Muchas veces invitaban a mis padres a ver películas que alquilaban. Eran muy amigos, no solamente vecinos. To también iba y jugaba con la hermanita de Facu, que era menor que yo. Facundo se metía en su pieza…, no sabía a hacer que, y nosotras nos íbamos a la habitación de la hermanita. Nuestros padres se quedaban en la sala viendo las películas.  Entonces mi mamá sabía que podía ir a lo de Facu a ver las pelis. «Si vos querés le digo ¿no?» Yo casi le grito “¡vamos ya!” «Bueno, dale» Salió de su casa y vino a mi puerta. «¿Me dejás entrar?» Y se rió. Facu sabía que yo tenía unas ganas locas. ¡No podía disimular! No me importaba que estuvieran los padres, la hermana, quien sea. ¡Solo quería estar junto a él! 
“«Señora Amalia, la deja a Clarita venir a casa luego del almuerzo. Alquilé unas peli muy lindas que a Clarita le va a gustar.» «Bueno, sí. Pero no hagás ningún lio…» «No mamá. Me portaré bien…» «Te aviso Facu que mi hija tiene hormigas en la cola. La vas a tener que atar para que se quede quieta.» «¡Jajaja! Supongo que no hará falta. ¡Jajaja!» Yo pensaba que si estaba en sus brazos sólo me movería arriba de él. Me lo habían dicho mis compañeras. El almuerzo no terminaba nunca. Cuando fui a casa de Facu, él me estaba esperando. La mamá todavía estaba levantada. Él le había dicho que yo vendría a ver una peli. «No hagan ruido chicos, papá está durmiendo…, y yo voy ahora.» Facu me habló al oído: “se van a divertir.” No entendí que quiso decirme. Nos sentamos muy ...

... formalmente en el sofá a ver la película. Era una romántica de Disney, sin problemas ni demasiado romance explícito, por lo menos es lo que a mí me pareció. Luego de un rato, luego que la mamá se fue a dormir, Facu me indicó que me sentara más cerca de él. Por supuesto, me pegué a su cuerpo. Me pasó la mano por el hombro. Yo temblaba. «No tengás miedo, tesoro.» Cuando me dijo “tesoro”, me estremecí. «No, no tengo miedo, me gusta…» «¿Te gusta que te abrace? » «Me gusta mucho…» y me acurruqué contra él. Yo también quería tener iniciativa. Le puse la pierna sobre el muslo. Eso me la habían dicho mis compañeras: “a los chicos le gusta mucho eso.” A Facu también le gustó, pues me agarró más fuerte. Me pasó el brazo que tenía sobre mi hombro por debajo de mi axila, y su mano “quedo” justo sobre una de mis tetitas. Me estremecí. Ya me sentía mojadísima. Me fijé bien entre sus piernas, y había un tremendo bulto. También me habían dicho que pasaba eso… Facu me apretó contra el…, y me dio un besito… ¡en los labios! ¡Dios, me hice encima! Facu tomó mi mano derecha y la puso sobre el “bulto”. «Apretá fuerte.» Lo hice, y me gustó sentir como temblaba. Ya no me tenía que tener la mano, yo apretaba por mi cuenta. Facu me pasó la mano que tenía sobre una tetita, por debajo de la cola. Me acomodé para que le sea fácil. «¡Uy tesoro! ¡Estás mojadita!» «¡Qué vergüenza! ¡Me hice pis!» «No es pis, soncita, son tus juguitos…» Llegó con sus dedos a mi conchita. Y me acarició. Temblé toda, ¡y me mojé ...