HUEVOS REVUELTOS 3 - Relatos Eróticos

HUEVOS REVUELTOS 3

... Se tenía que sentar y mirar como lo hacían los demás, y hacerse la paja. ¡Jajaja! Seguía con los que quedaban. Al que duró más, el último que acabó, luego lo premié con una cogida de cinco horas, en otra oportunidad. ¡Ahhh! En el ínterin, con los cinco, ¡yo tuve más de 20 orgasmos! ¡Fueron tres horas! ¡Jajaja!
-¡Vaya que te divertías!
-¡No te creas que putaneaba! Era muy discreta. Si me enteraba que alguno andaba alcahueteando no le daba más bola…
-Pero… ¿no pensaban que lo eras?
-¡Una puta? ¡Me importaba un carajo! ¡Jamás le cobré a nadie! ¡Sólo lo hacía por el placer de hacerlo! ¡Y con quien me gustara! ¡Yo elegía! 
-Igual que yo. Jamás le cobré a nadie y lo hago con quien me gusta…
-¡Jajaja! ¡Sos un turro! Pero…, la verdad…, sin que yo jamás le pidiera nada a nadie…, muchos me hacían regalitos. ¡Una gentileza qué me gustaba! Facundo decía que salgo a mi madre…
-¿También era tan dadivosa con el sexo?
-Supongo que sí. ¿Te acordás que te dije que una vez Facu me dijo, cuando los padres iban a dormir la siesta: “se van a divertir”? Que yo no sabía que quería decir… Bueno, luego dejé de ser una tontita y me di cuenta…, en las tantas otras veces que iba a la casa de Facu a coger. Y no solo eso. Te dije que mis padres también iban seguido a la casa de Facu a ver películas que alquilaban. Cuando empezamos a coger con Facu, cuando sus padres invitaban a los míos, también iba yo, por supuesto, pero Facu no se iba a su pieza, sino que venía conmigo a la habitación de la ...

... hermanita. Ahí “jugábamos”, sin que la hermana se dé cuenta, eso creo, por lo menos. Nos toqueteábamos, nos metíamos mano en todas partes, yo me sacaba la bombacha y Facu se ponía un pantaloncito de futbol bien ancho, que podía sacar la pija por una pierna… ¡cómo el que te ponías vos cuándo estabas con Micaela! Y así nos entreteníamos. Por ejemplo, como parte de algún “jueguito”, me sentaba en la falda de Facu y el me la metía, en el culo o la concha, donde cuadrara mejor, según la oportunidad. ¡Había veces qué teníamos unos orgasmos tremendos, delante de la hermanita! ¡No sé qué pensaría ella! Pero hay algo más. Al estar juntos, a veces la hermanita se dormía, de aburrida nomás. En una de esas oportunidades, además de aprovechar a coger como locos, sobretodo en la cama, donde teníamos pocas oportunidades, Facu me dijo: “Vení que te muestro algo”. Salimos en absoluto silencio del dormitorio y me señaló hacia abajo, donde estaba la sala con la TV. ¡Casi me muero! En el sofá estaba mi mamá cabalgando sobre el papá de Facu, y sobre la alfombra estaba mi papá sobre la grupa de su mamá, culiandola a lo perrito. Nunca nos vieron…, eso supongo, porque no nos dijeron nada. Pero eso no es todo. En la planta baja estaba el dormitorio de los padres. Un día que nos asomamos… ¡no estaban! “¿Se fueron?” le pregunto a Facu. “No, vení, te muestro”. Bajamos en silencio por la escalera y antes de llegar a la planta baja escuchamos los gemidos, grititos y risas, que venían de la habitación, con la ...