1. Primo Bully, parte 2


    Fecha: 25/04/2022, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Lolito41, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Parte 2
    
    Recordando la parte 1: mi primo me había tirado en la cama boca abajo y se me había subido encima. Me decía que me daría verga todos los días. Yo aprovechaba tenerlo encima para disimular los pujidos, jadeos y gemidos, para que pareciera que eran por el peso sobre mí cuando en realidad eran por la excitación y por lo caliente que estaba. Me estaba gustando mucho la idea de ser su putita Andrea.
    
    Continuamos:
    
    No pensaba en el tema. No tenía idea si en algún momento me abriría y podría confesarle a Tony que me estaba gustando lo que me hacía, ni siquiera me lo planteaba. Simplemente no me abría y de vez en vez, como en el sótano, me hacía el ofendido. Por alguna razón sentía que así debía comportarme, dar la imagen de muy hombrecito, aunque en la realidad me estuviera gustando todo lo contrario.
    
    De repente, un grito de mi tía desde arriba cortó toda la tensión y la emoción del momento:
    
    - ¡Tonyyyyyy! ¡Suban por favor!
    
    Tony respondió a su vez con otro grito:
    
    - ¡Vamoooos!
    
    Entonces mi primo se me quitó de encima, se acostó a mi lado mientras yo permanecí boca abajo, me miró  y me dijo a la vez que me masajeaba las nalgas:
    
    - Tienes unas nalgas bien ricas Andrea, y piden verga a gritos y yo les voy a dar toda la que quieran y más. Nos vemos más tarde mi putita.
    
    Se puso en pie de un salto y me dijo:
    
    - Ahora párate y ven, que nos llama mi mamá.
    
    También me puse en pie y subimos corriendo a la cocina.
    
    Yo estaba en un estado francamente ...
    ... extraño. Creo que no se me notaba porque nadie preguntó, pero me sentía muy raro, “raro bien”, estimulado y excitado. Y era raro porque había sido maltratado, casi violado, y sin embargo, la sensación general era muy sabrosa, sentir que me deseaba alguien, que mi cuerpo despertaba bajas pasiones en otra persona, era verdaderamente delicioso e intoxicante. No era que me atrajera o gustara mi primo en particular, tampoco me lo había planteado, sino el hecho de lo que yo podía provocar en él, y quizás en otras personas. Eso me volaba la cabeza.
    
    Finalmente llegamos a la cocina y mi tía me llevó con mis primos a la planta alta para mostrarme mi cama en la habitación de Andy.
    
    Comencé a sacar mis cosas y a guardarlas en unos cajones y en una parte del closet -no estaba muy definido el número de días que estaría ahí, pero seguro no serían menos de diez- mientras platicábamos los cuatro, mi tía Carmen, Andy, Toño y yo. Luego bajamos todos a la sala de TV y seguimos platicando unos minutos, ya con mi tío y mis primas, poniéndonos al corriente de las noticias de mi casa y de las de aquí. Luego pasamos a la mesa a comer. Siguió la plática, risas, anécdotas, etc, y terminó el día de manera normal.
    
    Pero antes, se dio el segundo episodio del calenturiento de mi primo. La verda, ya lo esperaba, lo deseaba.
    
    Todos salieron de la habitación y bajaron, menos Toño y yo, y de inmediato pensé “A ver con qué mamada sale este güey”. Y en el fondo quería que hiciera algo, la verdad. Casi podría ...
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