1. Noche de insomnio


    Fecha: 26/07/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: nostradamus, Fuente: CuentoRelatos

    ... padrino de la boda. ¿La madrina?, mi novia Alicia.
    
    A los dos meses, Alicia y yo nos casamos, decidimos, igualmente, una boda íntima, nuestros padrinos: Ricardo y Sofía. No podían ser otros, nuestra afinidad era total.
    
    Todos pueden imaginar que hemos llegado a formar un cuarteto de amor perfecto, lo cual es cierto, pero guardando las distancias. La pareja de Ricardo es su pareja y Alicia es la mía, no existe triangulación posible, simplemente somos dos matrimonios cuyas parejas–hombres−son amantes.
    
    Entre Ricardo y yo no hay celos por el amor que le prodigamos a nuestras respetivas féminas, y solemos hablar en la intimidad de nuestras relaciones, lo que ha logrado muchas veces enfurécenos, pero de pasión y entrega. Cada día que pasa nuestras relaciones−llevadas con extremada discrecionalidad− se fortalece.
    
    Ricardo y yo tenemos−en nuestros ya diez años de amantes− muchas anécdotas directamente relacionadas a nuestra relación. Algunas de las cuales narraré para ustedes. Pero, antes debo decirles que tenemos dos hijos. Ricardo y Sofía una bella nena de ocho años y yo con Alicia un varoncito de 7 años. Somos, si quiere, una gran familia.
    
    Esto, inverosímilmente, nos ha facilitado todo a Ricardo y a mí, pues somos dos familias amigas con grandes y estrechos lazos familiares de afinidad. No puede caber mayor felicidad.
    
    Estas notas, como ya les anticipé, estarían incompletas sin narrarles incidencias de nuestra relación, pues para mí es el estado perfecto de ...
    ... felicidad. Todo lo tenemos, sin haber renunciado a nada.
    
    Ricardo y yo nunca hemos tenido la tentación−como bisexuales que somos de pretender o plantearnos una relación de cuatro, es decir, Sofía, Alicia y nosotros−, tal cosa ha estado descartado, bien se diga, nunca ha cruzado por nuestra mente una situación de tal naturaleza. Nuestro goce es de tal magnitud que agregarle un ingrediente distinto, distorsionaría absolutamente todo. Poniendo a riesgo la felicidad de todos.
    
    Yo amo más a Ricardo y él a mí que nuestra propia vida, y nada nos podrá separarnos; solamente la desaparición física de uno de los dos terminaría con este nuestro amor.
    
    Nuestra relación íntima es pródiga. Ambos somos bien dotados y sabemos darnos placer mutuo. Es un sexo infinito bordado con el estambre del amor, donde el frenesí y la pasión se hacen eco para el goce de nuestro sexo.
    
    Ambos tenemos un sexo oral espléndido, una penetración anal deliciosa, gozando de múltiples orgasmos en una misma relación, vale decir en un mismo momento de placer.
    
    Ayer, casi inesperadamente y por una salida voluntaria se nuestras parejas, nos quedamos solos en la casa de Sofía.
    
    Ambos, casi agarrados de la mano, las despedimos en la puerta de la casa. Al cerrar la puerta nuestros labios se buscaron al unísono, uniendo nuestras lenguas seducidas por la pasión de los amantes ansiosos e impenitentes que no pueden perder oportunidad para prodigarse su amor.
    
    Nos sentamos en un pequeño sofá en el estar íntimo−la ...