Los maridos no tienen amigos, solo machos esperando una oportunidad - Relatos Eróticos

Los maridos no tienen amigos, solo machos esperando una oportunidad

Hola soy Jimena, me dicen Jime, de 27 años. Casada.  Si niños aún, mido 1.65 mt, tengo bonito cuerpo, buenos senos grandes, no soy delgada, pero tampoco tengo estomago, solo soy de estructura grande, tengo un par de nalgas redondas, que pareciera llevara aquellos pantalones levanta ponpas.  Soy de un pueblo pequeño, de familia humilde, pero soy muy fogosa en el sexo, desde los 16 dejé de ser virgen y tuve muchos novios, con casi todos tuve sexo.  Luego conocí a mi futuro esposo que llegó por una ONG al pueblo, nos conocimos y nos casamos.  El me sacó del pueblo y me llevó a la ciudad.  Pasamos unos primeros lindos meses de matrimonio, pero luego la cuestión ha cambiado.  Ya no es el mismo novio atento, caliente y complaciente que había tenido, y para complicarlo todo, tiene unos "amigos" que realmente no son sus amigos, pero mi esposo cree en ellos ciegamente. Y aqui comienza mi relato.

Sus amigos, que mencionaré a tres de ellos, Juan Carlos, Miguel y Julian, desde que me conocieron me han hecho cualquier cantidad de propuestas sexuales, de serle infiel a mi esposo Juan, me escriben al whatsapp, me llaman a mi móvil, o me lo dicen en mi propia casa.  -Vamos solo te pido un buen revolcón-, -te va a gustar estar conmigo a solas-, -te voy a hacer sentir bien rico-, son parte de las cosas que me dicen casi todo el tiempo.  A mi esposo y a mi me gusta vestirme sexy, por mis buenas piernas y ponpas, me gusta vestir minis, pantalones apretaditos, vestidos cortos, asi que puedo ...

... ver como ellos me comen con la vista aún enfrente de mi marido, quien solo se ríe.  Pues nunca les había hecho caso, los mandaba al demonio.  Pero..

Una tarde mi esposo había invitado a Miguel y Juan Carlos a ver un partido de futbol en la casa, había comprado mucha cerveza y botanas.  Yo también había cocinado algo, y vestía una vestido cortito, hasta mis muslos y con un escote pronunciado, se podían ver la mitad de mis tetas.  Le pregunté a mi marido si estaba bien y el me dijo que estaba magnifico.  Asi que me lo dejé puesto.  Mi marido no es buen libador como los otros, y a alguien se le ocurrió sacar una botella de tequila, asi que le dieron a mi esposo que estaba tomando cerveza, eso como se dice lo "cruzó" y en pocos minutos Juan tenía una borrachera como nunca.  Yo estuve tomando cerveza con ellos, ya estaba desinhibida y algo mareada. 

Con Miguel llevamos a Juan, mi esposo a su cama, estaba como noqueado, pero luego de colocarlo, sentí las manos de Miguel en mi parte trasera, me tomó de las nalgas y pegándose a mi me dijo -vamos Jime, ahora no te puedes negar-, yo intenté quitármelo como lo había hecho en otras ocasiones, pero la bebida me había puesto torpe, sentí sus manos meterse en mi braga y agarrar mis nalgas con ambas manos, me sujeto y casi no podía moverme, sentí su dedo colarse entre mis nalgas y tocarme la panocha, sus dedos pasaban por mis labios vaginales y aunque no estaba de acuerdo, me estaba mojando, dos de sus dedos se metieron en mi rajita y ...