Los maridos no tienen amigos, solo machos esperando una oportunidad - Relatos Eróticos

Los maridos no tienen amigos, solo machos esperando una oportunidad

... luego los sacaba y metía.  -Estas mojadita, no te resistas, tu cuerpo pide a gritos que te coja-, me decía Miguel.  Y la verdad, que con fuerza y deseos, yo lo hubiera impedido, pero sus dedos en mi vagina, me ponían super caliente y la situación de mi esposo en la cama dormido por la borrachera y yo a pocos metros con dos dedos moviendose en mi rajita, era muy cachondo.  Miguel me puso contra la pared y bajando por mi espalda, metió sus manos en mi vestido y me bajó las bragas, luego se puso atras y comenzó a darme una lluvia de besos y su lengua pasaba por mis nalgas, me abrió con sus manos mis dos montañas de carne y sentí su lengua deslizarse desde mi espalda baja, pasando por mi culito arrugado, en donde su lengua se detuvo para lamer mi orto por varios segundos, luego siguió hacia abajo y sentí su lengua tocar mi rajita, sentí toques electricos en mi espalda.  Sentí como Miguel se ponia de pie y besaba mi cuello por atras, yo para que decir, ya estaba en su juego, Miguel sacó su verga y la pasó por mis nalgas, diciendo -asi quería tenerte Jime-, puso su verga en mi panocha y agachándose y luego levantando su pedazo de carne, me penetró.  Pegué un suspiro, él se pego a mis espalda para metérmela más profundo, luego comenzó a pistonear con fuerza, me daba buenos empellones que me hacían gemir de placer.  Miguel me desabotonó el vestido por atras y luego mi bra, metió sus manos y agarro mis senos mientras no dejaba de cogerme. Mi esposo a escasos dos metros de todo ...

... aquello.  Entramos a un buen ritmo con Miguel, incluso yo moviendo mi trasero al ritmo de sus bombeos, -que rico coges Jime- me decía él.  En lo mejor estabamos, los dos gimiendo y su verga moviendose profundo en mi bagina, cuando veo que la puerta de la habitación se abré, era Juan Carlos, el otro amigo de mi esposo, al vernos cogiendo, se acercó y le dijo algo al oido de Miguel, no escuché bien, pero Miguel sacó su verga de mi panocha y tomandome de la mano nos salimos los tres de la habitación, pero no terminó allí, salimos solo para entrar en otra habitación que tenemos para visitas, que tiene una cama matrimonial también.  Me quitaron todo lo que traía encima y me dejaron desnuda sobre la cama, vi como los dos hombres se desnudaron y me acompañaron, cada quien tomo una teta y comenzaron a mamarlas, la mano de Juan Carlos se dirigió a mi panocha y la acarició, ya estaba mojadisima, así que metió dos dedos en mi raja y comenzó a masturbarme mientras me mamaban las tetas.  No tardó Juan Carlos en ponerse encima de mi y clavarme su daga sexual, me di cuenta que él estaba bien dotado, su verga era la más grande que había visto, incluyendo todos mis novios.  Me recogió las piernas y se puso a darme buenos bombeos.  Miguel me puso su verga en la boca y comencé a mamarla, mientras me cogía Juan Carlos.  Nunca había hecho esto, de ser cogida por dos hombres al mismo tiempo.  

Juan Carlos me folló rico, con fuerza y con su enorme miembro me llevó a un brutal orgasmo, gemí, grité y la ...