Los maridos no tienen amigos, solo machos esperando una oportunidad - Relatos Eróticos

Los maridos no tienen amigos, solo machos esperando una oportunidad

... a decir que habían sido el licor ingerido, pero que había sido un error.  El dijo que no le importaba eso, sino que él me había rogado para que tuvieramos una aventura juntos, y que yo había dicho varias veces que no le haría eso a mi esposo, él me lo recordó.  Yo no sabía que contestar.  Hasta que vi sus intenciones, se acercó me tomó con fuerza y me beso en la boca, yo le decía que me soltara, pero el siguió.  Me tumbó en el sofá de la sala, se subió encima y sacándose la verga me la puso cerca de la boca y me ordenó que se la mamara, yo vi su buen musculo bien erecto, el lo puso en mi boca y yo lo empecé a mamar. Julian tenía un buen pene por lo visto.  Que les puedo decir, que se me pegó lo puta.  Le devoré la verga hasta que lo hice jadear de placer, luego lo monté, el sentado y yo sobre su pene cabalgándolo bien rico, el me quitó la blusa y el bra y mamó mis tetas como si fueran las últimas en el mundo, me dejó marcados los senos.  Me corrí como una putita y todavía quería más.  Nos fuimos a la habitación conyugal, nos desnudamos y me empezó a coger al estilo perruno, no sin antes chuparme las nalgas y mi orto.  Me cogió rico y me metía un dedo en el culo al mismo tiempo, no cabe duda que los otros amigos le habían contado todo.  Luego me puso su verga en el culito y me la fue metiendo lentamente, gozando cada rincón de mi recto.  Dimos vueltas en la cama varias veces y siempre tenía su verga o en mi raja o en mi culito, Julian se corrió dos veces sin parar y yo me vine cinco veces, algo que no había logrado, ni siquiera con Juan Carlos y Miguel juntos.  Me había convertido en una ramera en una semana.  

Ahora no hay semana que uno de los tres "amigos" de mi esposo no me coja, en algunas semanas he cogido en días distintos con los tres.  Mantengo mi panocha mojada todo el tiempo.  Mi esposo tiene tantos cuernos como una manada de venados.  El se lo buscó.  Por eso digo que no hay amigos.