1. Mi padre


    Fecha: 25/07/2017, Categorías: Masturbación Autor: DENYS PERVERSO, Fuente: CuentoRelatos

    ... de deseos. Me gustaría ayudarte a que logres tus deseos Agustín, pero la verdad lo veo muy difícil.
    
    Desconozco por qué, pero Carmela iba más constante a buscarme a mi trabajo. Cuanto me disgustaba que lo hiciera. Y no es que no me gustara, que se interesara en mí. Si no porque toda la bola de cabrones la desnudaba con la vista. Ahora, era un poco mayor, pero sus arduas labores la mantenían delgada y con sus formas intactas. Cuanto maldecía aquello, yo también era víctima de la lascivia. La miraba caminar directo a mí, con sus grandes melones flotando en su frente. Su rostro perlado de sudor, debido al intenso calor. Agaché mi vista, huyendo de mis malos pensamientos, pero fue inútil, al levantar la vista. La vi caminar desnuda, con sus pechos desafiando al aire, y su enorme mata púbica, brillante y oscura como la noche. Cerré de nuevo mis ojos, y sacudí mi cabeza.
    
    Estaba arrodillado levantando algunas cosas, cuando levanté el rostro, ella estaba parada frente a mí, observé sus pies descalzos llenos de tierra, apenas cubiertos por su falda larga.
    
    —¿por qué no has ido a la casa?
    
    —he tenido mucho trabajo.
    
    —no será que no quieres verme.
    
    —ya te dije que he estado muy ocupado —volteé a todos lados y todos esos hijos de la chingada la devoraban con la mirada— ¡vete, vete pronto! A la noche voy a verte.
    
    —-por qué me tratas, así pues.
    
    —¡vete ya te dije que voy por la noche!
    
    No tomaba, pero me gustaba ir a la cantina a jugar a las cartas. Tenía años que no ...
    ... sabía nada de Zacarías, esa noche se presentó y me topé con el cara a cara. Me miró queriéndome fulminar con la vista, le molestó que no hiciera lo que los demás. Parecía apestado al llegar a la barra todos se hacían a un lado. Me esquivó y se plantó en la barra. El cantinero puso un vaso en la barra y lo llenó. Zacarías lo apuró y sin pagar dio media vuelta y se fue. Porqué todo mundo le tenía miedo, yo no. De no ser porque yo tengo ojos azules, Zacarías y yo éramos idénticos en complexión y estatura. Me dio la madrugada jugando y dejé a mi madre plantada. Ya en la hacienda en la soledad de mi cuarto, mire mis pies desnudos y de pronto me asaltó una idea. Me acosté y traté de sacarla de mi mente. Lamentablemente no lo logré. Sobre todo, porque parecía ser estupenda. Después de un par de horas elucubrando, Dormí casi nada. Había un montón de trabajo. Lo bueno de esto es que, así como empezábamos temprano terminábamos muy temprano. De paso por la ciudad, encontré un sitio de venta de ropa. Vi unas prendas iguales a las que usaba Zacarías, incluyendo botas y cinturón. Me probé cada una de sus prendas preguntándome, porque me entusiasmaba parecerme a mi padre, si yo a él no le importaba en lo absoluto.
    
    Compré todas las prendas, zarape y un impermeable. Regresé a la hacienda y me di un baño, iba a estrenar esa vestimenta y quería lucir deslumbrante, quería impresionar a Natalia, una chamaca hermosa, que era mi novia desde hacía tiempo y trabajaba de cantante en la cantina. ...
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