1. La historia de Claudia (11)


    Fecha: 29/07/2018, Categorías: Dominación / BDSM Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    ... el comedor y allí la señora se adelantó para saludar a su visitante.
    
    -Bienvenida, Inés. -le dijo y mandó a Claudia a la cocina. La peluquera vio a Laura y mientras la contemplaba con ojos ávidos le dijo a Blanca:
    
    -Supongo que ésta es tu nueva perrita.
    
    La señora asintió, orgullosa, y en tanto con un gesto la invitaba a sentarse a la mesa, le dijo:
    
    -Por supuesto que es tuya cuando gustes, querida. Ya hablaremos de eso.
    
    -¡Pero que buena está la cachorrita! –exclamó Inés girando la cabeza para volver a mirarla mientras se sentaba.
    
    Minutos después comían con Claudia cerca de ambas a la espera de órdenes y fue cuando la señora le explicó a Inés la idea que se le había ocurrido para llevar a cabo antes de que su marido regresara de su gira de trabajo. Al escucharla, Claudia se dijo que aquel sueño suyo en el que era subastada había resultado premonitorio.
    
    A Inés la entusiasmó el plan y dijo:
    
    -Con una semana de tiempo te garantizo cinco o seis asistentes, querida. Todas damas y damitas muy bien ¿sabés? Te diría que tienen entre veinticinco y cincuenta años, algunas casadas, otras solteras. Son lesbis o bisexuales, pero todas apasionadas por la belleza femenina. Te aseguro que les encantará la idea. –concluyó echándole una nueva mirada de deseo a Laura, inmóvil y cerca de una lámpara de pie que moldeaba su cuerpo en un insinuante contraste de luces y sombras.
    
    La señora le preguntó:
    
    -Bueno, Inés, ¿cuándo querés que te la mande? -y la peluquera, después de ...
    ... pensar un momento, dijo: -Mi esposo viaja el martes a la tarde. Si no tenés inconvenientes me gustaría tenerla esa noche.
    
    -Es tuya, querida. Si querés gozarla toda la noche le ordeno que se quede en tu casa y desde ahí se vaya al negocio donde trabaja. –y esto convinieron.
    
    La señora entonces mandó a Claudia a que sirviera la ensalada de frutas y cuando terminaron de comerla le ofreció a Inés una inspección visual y táctil de la rubiecita. Inés aceptó entusiasmada y Blanca llamó a su sumisa chasqueando los dedos:
    
    -Aquí en cuatro patas, cachorra. -le ordenó. Laura se acercó y la señora la hizo parar ante Inés.
    
    La peluquera la miró de arriba abajo, sonriendo complacida, la tomó de las caderas para hacerla girar y exclamó: -¡Es uno de los culitos más lindos que he visto en mi vida! –y sus manos empezaron a deslizarse por ambas nalgas y después por los muslos, rodeándolos, subiendo y bajando por dentro y por fuera, para luego recorrer la curva de las caderas y hacer girar nuevamente a Laura hasta dejarla de frente y entonces capturar sus pequeñas y deliciosas tetitas, cuyos pezones reaccionaron poniéndose duros y erectos mientras la respiración de Inés se hacía cada vez más agitada. De pronto, al poner una mano sobre la concha de Laura, advirtió los anillos, los atravesó con un dedo y dio un tirón que hizo gemir de dolor a la sumisa. Inés miró a Blanca sonriendo y dijo:
    
    -La anillaste...
    
    -Es mi marca. -contestó la señora. -Ésta otra también los lleva. -y señaló a ...
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