52.3 En camino para casa
Fecha: 30/07/2018,
Categorías:
Grandes Series,
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... cara en ellos chupando de unos pezones más desarrollados, y el sexo me gusta más el de los hombres que el de las mujeres, sobre todo para mamarlo, aunque también he lamido una vagina y no me disgusta. –se vuelve hacia mí para mirarme y acaricia mi cintura pasando su mano y llevándola a mis abdominales.
-Esto no lo tienen ellas. –pasa la yema de sus dedos por mi poco abultado abdomen pero que a él le encanta.
-Y tu piel es tan suave y delicada que me recuerda a la de las chicas, en resumen es muy agradable el hacer el amor con una mujer bella y bien formada pero no te cambio por ellas, tú lo tienes todo y eres muy putito y atrevido haciendo el amor. –comienzo a reírme, pero me dura poco, su boca se encarga de silenciarme, llenándome con su lengua y logra que mi curiosidad se centre en él, en su cuerpo tan diferente al de una muchacha, de piel dura, con poco pero el vello preciso, fuerte y poderoso como un búfalo, macho a más no poder y productor de testosterona que me eriza la piel atraído por su olor que le impregna de hombría.
Quizá me vea como a una mujer, pero con una polla entre mis piernas, me da igual como él me sienta, él es mi macho, mi hombre al que amo, que me vuelve loco y que quiero verle ahora en su trabajo de montar a su hembra si es ese mi papel, el rol que debo vivir a su lado.
-Hazme el amor como se lo hacías a ella Gonzalo, fóllame y hazme tuyo. –le voy hablando mientras le como a besos la cara y lamo su barba que le hace tan viril, tan ...
... impresionantemente hombre.
-Te lo voy a hacer mejor, te amo y a la vez que te poseo también me entrego a ti y son dos gozos que se juntan. –nuestros besos aumentaban la tensión de nuestros cuerpos, mis piernas jugaban con las suyas tan duras y provistas de ese crespo vello que me acaricia entre mis muslos más suaves.
-Quiero amarte como a una auténtica mujer y como a un hombre a vez, porque te lo voy a entregar todo.
-Hazme tu mujer, quiero ser tu hembra, tu chico, todo lo que tú desees y te de placer. –me miró lujurioso y empezó a besarme la boca con fuerza de nuevo, sentía su pene duró entre mis muslos e intentaba atraparlo ente ellos. Era un sueño tener a Gonzalo de esta manera y sabiendo cómo me quería y lo que sentía por mí.
Necesitaba tenerlo dentro de mi cuerpo, pero seguiría el ritmo que marcara mi hombre, me beso en la oreja susurrando en mi oído.
-Estas riquísimo, aunque no tengas las tetas grandes. –se incorporó y me miro extraviado, su cara estaba desencajada y sus ojos me miraban maliciosos.
Se elevó un poco más para unir su verga con la mía, estaba terriblemente grande como para inspirar miedo, a mí que tantas veces la había tenido dentro y tantos placeres me había proporcionado, pero realmente inspiraba respeto.
-¿Estas a gusto?, ¿estás bien? -le pregunté al comenzar a moverse para rozar nuestras pollas sobre nuestros abdominales.
-Estoy en la gloría putito, encima de ti y notando tu piel con mi pene. Es mucho más de lo que podía pedir, es ...