1. Sexo en la vieja hidroeléctrica -5 bis- Una semana más tarde


    Fecha: 31/07/2018, Categorías: Otras Categorías, Autor: superrapado, Fuente: CuentoRelatos

    ... su físico robusto.
    
    -Creía que tendría un sexo pequeño y sin gracia. Pero no es así. La naturaleza le ha dotado de manera aceptable. Bájese más los pantalones. Quiero verle bien.
    
    Obedece el empleado y desnuda sus testículos y muslos. La verga se ha endurecido todavía más.
    
    El agente desliza la pasta con forma de gatito por los muslos del empleado. La verga se pone completamente tiesa y palpita impaciente.
    
    -Deme algo con qué mojar el gatito -dice en un tono oscuro y provocador.
    
    Le lleva el dulce hasta el perineo y lo frota contra la piel.
    
    El administrativo tiembla con el roce y eleva las piernas dejando el ojete de su culo al descubierto.
    
    -Deme algo, no sea tacaño -susurra el rural jugueteando sobre el culo.
    
    Al poco, fluye de la verga un hilo gelatinoso.
    
    -¿Qué sale de aquí? -se pregunta el agente deslizando el dulce de silueta de felino por el miembro hasta el glande. Lo moja en el fluido y se lo da a comer.
    
    El empleado del municipio lo mastica con ansia, se le llena la boca con más velocidad de la que traga, llega a los dedos del rural, los chupa...
    
    -¿No tiene suficiente con el gatito?
    
    -No. Quiero al cabrón- dice con la boca rebosante de dulce ya triturado.
    
    Y echa mano a la entrepierna del rural.
    
    -¿Dónde está ese cabrón? -pregunta asiendo el miembro aun oculto bajo el pantalón caqui.
    
    El agente se abre la bragueta, desenfunda su sexo, se sube arrodillado sobre los muslos desnudos del administrativo y le ensarta el pijo en la boca de ...
    ... un solo golpe. Actúa sin concesiones, le folla a saco la garganta. Parece que persiguiera matarlo por ahogamiento.
    
    Le saca por fin el sexo impregnado de saliva y migajas.
    
    -¿Quiere otra pasta? -dice agresivo de placer.
    
    -Quiero todas las pastas que usted me de esta manera.
    
    Le mete en las fauces unas cuantas de golpe. Hace que las mastique. Las migajas saltan de la boca demasiado llena.
    
    -¿Necesita ayuda para tragarlas? ¿Algo de leche de cabrón?
    
    Sin esperar respuesta le ensarta de nuevo el sexo.
    
    -Voy a hacer que se trague esa mala opinión que ha dado de los dulces de la madre de mis hijos. ¿Creía que podía decir lo que le diera la gana y que no tendría consecuencias?
    
    Empuja el sexo hasta que sus huevos reposan contra la barbilla del administrativo.
    
    -¡Joder, qué gusto me da, qué gusto...!
    
    Su mano derecha atrapa la verga del empleado y la mueve.
    
    -Vamos, deme una prueba de lo caliente que le pongo, démela, démela...
    
    Del miembro del empleado se escapa un chorro de lefa que mancha la mano del agente.
    
    Este le saca el pijo de la boca para ponerle en los labios la mano manchada y que la limpie.
    
    -¿Le gusta su lefa, eh, le gusta?
    
    -Me gusta más la suya -responde el empleado entregado a la limpieza de la mano.
    
    -Pues gánela -ordena el rural entrándole otra vez con su miembro excitado.
    
    Es metérsela y al instante le llega un orgasmo descontrolado que le arranca aullidos y le origina una energía tan extrema que tiene que descargarla golpeando con ...
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