1. Sexo en la vieja hidroeléctrica -5 bis- Una semana más tarde


    Fecha: 31/07/2018, Categorías: Otras Categorías, Autor: superrapado, Fuente: CuentoRelatos

    ... sus fuertes manos la chapa del vehículo.
    
    Al poco, los dos hombres continúan en silencio mientras se recuperan del frenesí sexual. Sólo se escucha sus respiraciones agitadas y el ulular del viento entre las ramas de los árboles.
    
    El panorama es desolador, con los asientos salpicados por doquier de restos de los dulces.
    
    -¿Ha cambiado de opinión sobre las pastas de mi esposa? -rompe el silencio el agente.
    
    -Por favor, felicítela por su buena mano en la cocina.
    
    -Eso ya me complace más.
    
    Y añade:
    
    -Me gusta su polla.
    
    -A mí, la suya. Pero también me gusta su culo, sus piernas, su torso, su mirada canalla...
    
    -¡Qué romántico es todo esto!
    
    Los dos hombres se adecentan la ropa como pueden y el policía vuelve a ocupar el asiento del conductor.
    
    -No sé a dónde vamos a ir a parar -reflexiona.
    
    -Según me decían de niño, al infierno. Pero no me preocupa demasiado si usted viene conmigo y me somete a esta clase de vejaciones. O peores.
    
    El agente suspira con cara de circunstancias y arranca el vehículo.
    
    Se ha conectado la radio al momento y se oye una música rock: Black dog, de Led Zeppelin.
    
    DOS DÍAS DESPUÉS
    
    El administrativo toma un café a media mañana en la taberna del pueblo y hojea la prensa.
    
    Al establecimiento entra el policía de la Rural quien, tras saludar a algunos de los parroquianos, se llega donde el empleado.
    
    -¿Usted nunca está en su oficina?
    
    -Es mi hora del desayuno y de leer la prensa.
    
    -¡Funcionarios!
    
    -No arroje piedras ...
    ... contra su propio tejado.
    
    -Mi esposa quedó encantada con su opinión sobre sus dulces. Ha pasado a ser su admirador número uno en cuanto a sus aptitudes culinarias y creo que ya se ha puesto manos a la obra con una nueva hornada. Felicidades.
    
    -¿Me veré obligado a degustarlas de la misma manera que las primeras?
    
    -Si están igual de secas... Pero no he venido a su encuentro para tratar de cómo piensa comerse las pastas de mi costilla. Vengo por un asunto oficial.
    
    -Usted dirá.
    
    -Le presento la orden de exhumación sobre la tumba de Teresita Carmen -dice mostrando un mandato- Se insta al municipio a que colabore y disponga medios.
    
    El funcionario municipal recoge el documento.
    
    -Notificaré al alcalde.
    
    ¿Tiene la seguridad que buscaba para dar este paso?
    
    -El interrogatorio al sepulturero jubilado.
    
    -He oído comentarios.
    
    -Ni siquiera fue un interrogatorio. Me planté frente al susodicho, nombré a la difunta y su rostro demudó al momento. No se molestó ni en disimular que no la recordaba.
    
    Creo que lo estaba esperando.
    
    -Felicidades.
    
    En ese instante el agente torna a un humor más sombrío.
    
    -Aún queda comprobar que el cadáver esté donde imaginamos.
    
    -Pero el enterrador ha confesado...
    
    -El enterrador sólo dijo que le dejó la llave del camposanto a su primo y que no preguntó. Es un hombre de setenta y cinco años bastante cascado porque le da en demasía a la botella. Difícil que diga nada más. Por el momento.
    
    -¿Cree que colaboró?
    
    -A mí sólo me ...
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