Mi nueva sirvienta Dayana (mide 1.55 mt) - Relatos Eróticos

Mi nueva sirvienta Dayana (mide 1.55 mt)

... espalda mientras me la cogía.  Podía sentir todo el calor de su piel con mi piel.  El polvito fue despacio, yo gozaba el momento e incluso compartíamos conversaciones, -que rica tienes tu chuchita Dayana, uff que rica!-,  ella contestaba -ayy no me diga eso don Ricardo-.  O bien -que rico coges mi pija Dayana-.  Cogimos despacio además por el niño que estaba a un lado.  No podíamos hacer mucho ruido cogiendo.  Así que poco a poco, de ladito, ella moviendo también su caderas y yo metiendo y sacando, por fin ella llegó a su nuevo orgasmo y yo eyaculé de nuevo adentró de su vagina.  Nos quedamos abrazados un buen rato, ella se quedó dormida.  Yo me vestí y me fui de allí.

Después de esa noche hubo un antes y un después.  Ahora yo llegaba a su habitación en la noche después que su niño ose haya dormido, me desvisto, entro a la cama y cogemos de ladito o de misionero.  Y cuando quería darle una buena cogida, por ejemplo un sábado por la noche, la llevaba cargada a mi habitación y allí si la clavaba duro y la hacía que gritara todo lo que podía.  Me gustaba ensartar esa chuchita estrechita.

Pero un día, llegué a la casa, todo estaba a oscuras.  Encontré una carta sobre la mesa con mi cena.  Decía Dayana que su esposo había salido del centro de rehabilitación y que ella tenía que irse para la casa de sus suegros.  No decía nada de que regresaría.
Nada es eterno.