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CRECER A TIEMPO 5
Fecha: 01/06/2022, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... Aldana. -Andá sentándote despacito. Si te duele o molesta pará. No te hagas daño… -Si, si, Dani. Lo hago despacito. - Yo sentía lo apretada que entraba en su conchita. En verdad estaba muy poco usada. Fue entrando hasta que Clarisa tuvo que retirar la mano. Aldana quedó clavada frente a mí. La besé y le chupé los pezones. ¡Duros como piedras! Para Clarisa no hubo ninguna indicación. Se agachó entre mis piernas a besarnos y chuparnos a la hermana y a mí. No la veía. Solamente sentía su lengua en los testículos y como los metía en la boca. Supongo que a la nena le lamería el culo. Cuando sentí que me venían las ganas las levanté a las dos. Las tomé a cada una a mi lado y con una teta en cada mano las llevé al dormitorio. Al entrar Clarisa exclamó: -¡Oh Dios! ¡Qué espejo! -¿Viste? Te hice caso. ¡Ahora te verás de todas partes! -¡Jajaja! ¡Será genial! ¿Sabés que paso? – Le hablaba a la hermana.- Cuando vine antes, le pedí a Dani que quería verme en el espejo cuando me la metía, para ver cómo entraba y salía, y tuvimos que ponernos ahí, frente al ropero. Ahora se verá de todas partes, al tener espejo de un lado y del otro. -¡Jajaja! ¡Como en un telo! – Era Aldana la de la exclamación. -¿Fuiste a uno? -No, no. Me lo contaron algunas amigas y me mostraron fotos. -Bueno, estamos completos. Sólo faltan los videos porno. ¡Jajaja! – ...
... Clarisa daba el toque. --- -¡Quiere decir que para la próxima vez tendré que poner una pantalla y un reproductor! -¡Jajaja! ¡No es para tanto! -Ponete a lo perrito… - Acomodé a Aldana en el borde de la cama. Me quedé parado y la fui metiendo… ¡hasta el fondo! ¡Ya tenía la conchita a punto! Ahora si pensaba acabarle. Clarisa, como siempre, no necesito indicación alguna. Se acostó con su entrepierna justo a la altura de la boca de Aldana. Esta chupaba a la hermana, mientras yo bombeaba dentro de ella. Clarisa sabía perfectamente que hoy la hermanita tendría prioridad. No solamente era una mujer maravillosa, sino que su amor por la hermana era total. Mientras bombeaba me incliné sobre la nena. Tomé ambas tetitas y recorrí la espalda con mis labios. Los gemidos de la preciosura se incrementaron. -¡Ay! ¡Ay! ¡Siii! ¡Siii! ¡Qué lindooo! ¡Me viene! ¡ACABOOOO! - Su estremecimiento generó el mío. Le mandé múltiples chorros… -¡Si, si! ¡Ay papi! ¡Cómo te siento! – Era “papi” también para ella.- ¡Acabo de nuevo! ¡Ay Dios! ¡Qué placer! -Ahora quedate quietita, mi amor. ¡Vení Clari! ¡Tenés todos los juguitos para vos! De un salto Clarisa se acomodó entre mis piernas. En cuanto me retiré estampó su boca en la conchita de la hermana. ¡A sorber todo lo que saliera! Me paré a un costado viendo como las nenas gozaban de su jueguito. ¡Fue esplendoroso!