Le fui infiel a mi celoso esposo con el cura del pueblo - Relatos Eróticos

Le fui infiel a mi celoso esposo con el cura del pueblo

Hola a todos los que leen este sitio.  Soy Julisa, de 26 años.  Casada hace 3, sin hijos aún.  Soy trigueña, ojos verdes, mido 1.62 mt, tengo bonito busto y un trasero paradito con dos nalgas redondas,  soy muy ardiente en la cama, siempre desde niña he sido muy interesada en el sexo.  Perdí mi virginidad a los doce.  De los doce a los quince estuve en la cama con unos seis hombres diferentes en la cama, eso incluye tres novios, un tío, un profesor y el papá de un mi compañerito.  Luego en la prepa tuve varios novios y con todos ellos tuve relaciones sexuales, incluso tuve al mismo tiempo dos novios.  O sea que le sexo siempre fue una prioridad y me encantaba hacer gozar a hombres y que me hicieran llegar a ricas corridas brutales.  No se si tenga un problema psicológico, pero asi ha sido mi vida.

Fuí a la universidad a la capital y allí conocí a Samuel, con quien tuve una relación larga, poco común en mi.  A los dos años de novios, me propuso matrimonio y acepté, quería rehacer las prioridades de mi vida, y que mejor que siendo una mujer casada.

Así que nos mudamos a un pueblito de unos 15,000 habitantes, pero como dice el dicho, no es lo mismo novios que casados.  Porque me resultó Samuel un hombre muy celoso, me celaba por todos y con todos.  Me registraba mi móvil y mis cosas, mi cartera, hasta me pidió acceso a mi redes sociales y lo mandé a la mierda.  Me hastiaba.  Estuvimos a punto de divorciarnos al año de casados, pero pedimos ayuda al cura de la iglesia del ...

... pueblo, que era un hombre de origen español, alto, por allí del 1.90 mt, delgado, de unos cincuenta años, de muy buen físico, con barba con  muchas canas, que le llamaré padre Jacinto.  El nos ayudó a no divorciarnos, nos dio muchos consejos y reprendió los celos de Samuel.  El padre nos recibía en pareja y a solas a Samuel y a mi, al menos una vez por semana.  Nos hicimos  de lado de la iglesia.  

Pasaron los meses, habíamos mejorado, pero de vez en cuando Samuel tenía sus arranques de celos.  En una ocasión que yo estaba sola con el padre Jacinto, yo llevaba un escote que dejaba ver buena parte de mis senos, los cuales tengo grandes sin ser enormes, y el padre no dejaba de vérmelos con disimulo, además ví que cuando se puso de pie, le vi una erección enorme en sus pantalones, lo que reflejaba una verga grande.  Empecé a dudar cuando una vecina, me preguntó si visitaba al padre Jacinto, le dije que si, -tenga cuidad nena, porque el padre Jacinto es muy morboso-.  No le creí.

Samuel, mi esposo, fue becado por la empresa donde labora, para recibir un posgrado en el extranjero, que era de seis meses con goce de sueldo.  Vendría a casa hasta los tres meses  y después hasta los seis, cuando ya terminaría.  Y cierta noche, días antes de irse me dijo que me había propuesto para ser la presidenta de los colaboradores de la iglesia, lo hizo sin mi consulta.  Yo me sentí ofendida y nos peleamos.  Le dije que seguramente lo hizo por sus estúpidos celos. Total que me presentaron ...