1. Un intruso me viola en mi propia casa


    Fecha: 06/08/2018, Categorías: Infidelidad Autor: PerlaBlackheart, Fuente: CuentoRelatos

    ... que haga —esta vez fue una orden.
    
    Me retorcí en vano, tratando de hacerlo moverse. No sirvió. Mis ojos suplicaron, estaba al borde del orgasmo y él lo sabía.
    
    —Dime lo que quieres que te haga a ti —repitió. Él sabía que me estaba torturando.
    
    —Quiero que me folles —susurré, avergonzada.
    
    —Qué fue eso? —sonrió con suficiencia.
    
    —¡Fóllame! Cógeme como si fuera una puta! —grité con frustración.
    
    —Ten cuidado con lo que deseas —sonrió abiertamente y comenzó a moverse dentro de mi otra vez.
    
    Mi mente ahora se apoderó del placer, envolví mis piernas firmemente alrededor de su cintura, clavando mis uñas en su espalda. Dejó escapar un gruñido casi animal y comenzó a follarme más rápido. Se sentía tan bien alrededor de su pene; mojado, cálido y apretado
    
    —¡Oh, carajo! —grité cuando comenzó a golpear realmente contra mi culo, ya no me importaba si podía lastimarme o no.
    
    —AHHH! OH DIOS SÍ! —él estaba gimiendo incontrolablemente. Arqueé mi espalda, permitiéndole ir más profundo, mientras un orgasmo alucinante me consumía.
    
    —Mierda... Si... si... Así… que apretado —gruñó entre cada empuje mientras me follaba sin piedad. Sabía que no duraría mucho más. Mi culo ahora estaba masajeando su verga con cada empuje mientras otro orgasmo me sacudía, haciéndome gritar.
    
    —¡SÍ! Dime lo que quieres! —me ordenó entre gruñidos. Gemí ruidosamente y arqueé mi espalda, empujando mis pechos contra su pecho.
    
    —DAME MÁS ¡MAS FUERTE! RÓMPEME EL CULO HIJO DE PUTA!! —le ordené. Sus ...
    ... gemidos se intensificaron. Estaba cerca del orgasmo.
    
    En ese momento él sabía que yo ella era suya y el mío.
    
    Al oírme gritar, fue cuando el finalmente cedió, y pude sentir sus bolas apretarse.
    
    —¡Oh, mierda! ¡Me estoy corriendo! —gritó pegando su cuerpo contra el mío. Sus ojos se cerraron de golpe al darse cuenta de lo que estaba a punto de suceder. Deseaba sentir su semen llenarme pero quise castigarlo. Traté de alejarme de él para que no se corriera dentro de mí, pero me sostuvo.
    
    —Ahhh! ¡JODER, SÍ! —gritó mientras enterraba su longitud entera en mi culo y disparaba su enorme carga de leche dentro de mí. La sensación de su semen caliente llenándome se sintió tan bien que fui empujada al borde nuevamente, teniendo un último orgasmo alucinante.
    
    Él colapsó encima de mí, sin moverse, dejando que su verga se ablandara dentro de mi reventado culo.
    
    Cuando él salió de mí y rodó hacia un lado, pude sentir sus jugos mezclados con mis heces salir de mi ano. Jadié, incapaz de moverme.
    
    Después de un corto tiempo luego de que recobrara el aliento, se puso de pie sobre mí. Mirándome a través de los agujeros de su máscara. Tomando su ahora flácido pene entre sus dedos, apuntó hacia mí, y sin más ni más... comenzó a orinarme en el pecho, moviendo el chorro arriba y abajo para bañarme completamente el cuerpo.
    
    —Abre la boca —me ordenó a lo cual ni tarda ni perezosa obedecí.
    
    Redireccionó el chorro de orines, y apuntando hacia mi abierta boca, empezó a llenármela por ...
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