LA TÍA SIGUE SIENDO CURIOSA 4 - Relatos Eróticos

LA TÍA SIGUE SIENDO CURIOSA 4

... placer!
Quedamos tirados sobre el sofá. Solos pocos minutos… Laura se sentó en mi falda. Sentía sus cálidos glúteos sobre mi ingle.
-Continuá con tu relato, tesoro…

“Nos acostamos a relajarnos un poquito. No demasiado. Ya falta poco para terminar el turno. No dejamos un segundo de acariciarnos y besarnos. Me gustó mucho como la chupaba… ¡y acabarle en la boca! «¿Qué querés que hagamos, tesoro?» Al preguntarle la besé ardientemente en la boca. Todavía tenía el sabor de mi semen. «Lo que vos quieras, mi amor.» «No, no vale. Te pregunté porque YO quiero hacer lo que vos quieras.» «Entonces te la chupo de nuevo para que me vuelvas a llenar la boca de semen. ¡Me gustó muchísimo!» «¿Otra vez, tan pronto?» «¿Y vos no me chupás después de una acabada para que me venga de nuevo? ¿Por qué no lo puedo hacer yo?» «¡Sos incríble!» Estábamos acostados. Victoria se levantó para ubicarse. Me recosté contra la cabecera de la cama. ¡En los espejos se reflejaba perfectamente! ¡Hasta en el espejo del cielorraso! Se arrodilló entre mis piernas, tomó la pija entre sus manos y fue a su “ocupación”. «¿Sabés bebé? Me gusta chupártela. ¡Es muy rica! ¡Tiene muy lindo sabor! ¡Además es muy lindo sentir ese palo de carne dentro de mi boca!» «Pasame la lengua desde los testículos al glande… Si, así, así. ¡Muy bien!» Se metió el glande en la boca y lo acarició con la lengua. Empezó la chupada, como cogida de boca. Se movía… ¡adentro, afuera! Cada vez que la sacaba le daba un besito en la ...

... cabezota. ¡Qué rápido se volvió una experta! ¿Sería cierto que no cogía con su marido o con algún amante? ¿No estará simulando como una pervertida? ¡Qué carajo me importa! ¡Esto es bueno! ¡Casi hasta el fondo! «Tené cuidado de no ahogarte. Respirá siempre por la nariz. La boca usala solo para chupar. ¡Muy bien!» Sentir las chupadas, como se formaba la chupada en las mejillas hundidas, como sentía la lengua acariciando el tronco, el glande, sobre el agujerito del meato… ¡qué placer! «Ahora vamos a hacer un 69.» «¿69?¿Qué es eso?» «Vas a aprender…» «¡Uy Dios! ¡Con vos voy a salir toda una experta!» «Sin la menor duda. No hay placer más grande que coger con vos.» Me acosté a lo largo de la cama. «Veni, subite… No, al revés. Tu concha en mi boca y… mi pija en la tuya.» «¡Aaah! ¡Por eso 69! ¡Jajaja! ¡Qué nombre!» Nos pusimos como le indiqué. Inmediatamente comenzó a chupar. Yo hice lo mismo. «¡Ay! ¡Si! ¡Voy a acabar!» No había pasado un minuto… Me largó sus chorros. «¡Ay! ¿No te molesta? ¡Tan pronto!» «No, mi amor. Me encantan tus orgasmos… ¡Son riquísimos tus juguitos!» Ella seguió chupando… «¿Vos no tenés ganas?» «Si, mucha…» «Bueno, dale. Quiero saborear tu lechita.» «Bueno, tesoro.» Hablábamos entrecortadamente, con boca y lengua ocupadas en otros “menesteres”. «¡Hay va! ¡No te vayas a ahogar!» «¡Jajaja!» «¡Respirá por la nariz! ¡Aaaahhh!» Le largué un montón. Sentí acomo saboreaba la pija, en todo el tronco… «¡Me gusta tanto, tanto!» Yo había mirado en el espejo del cielorraso. ...