1. EL MILAGRO DEL AMOR.


    Fecha: 15/08/2018, Categorías: Hetero Autor: Barquidas, Fuente: SexoSinTabues

    ... la abriera a mi sedienta lengua de los dulzores de aquella boca, su lengua, su saliva… Ella, entonces, se tensó impresionantemente mientras una serie de violentos temblores empezaron a sacudirla, e, instantáneamente, intentó cerrarme el paso al interior de su bucal oquedad, apretando, tenaz, los labios mientras enclavijaba las mandíbulas. Pero yo me empeñé en forzar aquella especie de muralla defensiva logrando que, al fin, mi lengua se abriera paso hasta invadir esa boca en busca de su lengua, pero entonces a ella le sobrevinieron unas tremendas arcadas que yo creí acabarían por hacerla vomitar, acompañadas de violen al tiempo que de un soberano empellón me repelía, huyendo de mí al instante, mientras rompía más que a llorar a sollozar, mientras me decía • ¡Perdóname, mi amor…mi vida, pero no puedo!… ¡No puedo hacerlo, cariño; te lo juro…te lo juro que no puedo, amor mío!. Sí, amor mío, porque te quiero… Te quiero, mi amor, te quiero… Te lo juro, vida mía…te lo juro…Y te deseo, cariño mío…quero hacerlo…quiero follar contigo… Pero no puedo, mi amor…no puedo… Es superior a mí; a mis fuerzas… A mi voluntad… No puedo evitarlo, querido mío…no puedo, te lo juro… Creía que podría… Estaba segura de que contigo lograría superarlo… Mi rechazo…mi asco hacia los hombres en general… Pero me equivocaba… ¡Perdóname, cariño; por favor, por favor, perdóname!. Yo alucinaba en colorines… Y no porque ella me hubiera rechazado a la hora de la verdad… Porque, sin paliativos, me hubiera dejado ...
    ... tirado… No; eso, realmente, y en ese momento, era lo de menos… Lo grande, lo que me dejaba perplejo, alucinado, era lo otro… Lo de “Mi amor…mi vida”… Lo de “Te quiero, mi amor, te quiero…” No daba crédito a lo que oía… No podía ser verdad… No; eso tan bello, tan divino de que ella correspondiera mi “enganche” por ella, mi enamoramiento casi pernicioso, no podía ser cierto… Tanta dicha no podía ser verdad… Eso, sólo pasa en los cuentos de hadas… En las historias románticas… Pero no en la realidad… En la vida diaria y real… Allí los milagros no se dan…no suceden… Y eso, que ella también me quisiera a mí, para mí era el mayor de los milagros imaginables… Quise acercarme a ella, limpiamente, sin séxicas intenciones… Pero ella, al empezar yo a acercarme, volvió a recular • Tranquila Marta; tranquila mi amor… Sí, cariño; yo también te quiero… ¡Loquito, loquito estoy por ti, mi amor…mi vida…mi todo!. No temas… No te voy a hacer nada… No voy a tocarte… No quiero hacer nada que tú no desees… Menos, que tú rechaces… Seguí acercándome a ella, que ya no se retiró… Ya no me rechazó… Llegué hasta ella y empecé a acariciarla en pelo y mejillas… Hasta me permití besarle la frente, las mejillas…y ella aceptó, hasta complacida, esas caricias… Esos besos, absolutamente castos; enteramente huérfanos de sensualidad aunque plenos de cariño, de sincero afecto • Tranquila Marta… No te preocupes… Dime, ¿qué te ha pasado?. ¿Qué te pasó?. Te violaron, ¿verdad? Marta ya no lloraba; ni siquiera gimoteaba… ...
«12...456...19»