1. UNA ALUMNA APLICADA


    Fecha: 02/07/2022, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... también fui una experta. ¡Todo una maravilla! ¡Por supuesto que luego no paré jamás! Cuando me vino la menstruación, me enseñaron como cuidarme y cómo hacer que los chicos también se cuidaran. Ya vez como aprendí tanto… ¿Seguimos ahora, profe?» 
    “Habíamos cogido “normalmente”: un misionero, una cabalgata, de frente, de espalda, un 69, una a lo perrito, por la concha. Lo primero que me hizo fue chupármela. ¡Genial! Como diez minutos estuvo pasando la lengua, besando y chupando. Me miraba y sonreía… «¡Es riquísima profe! ¡Me encanta el sabor que tiene! Me gusta mucho que no tengas prepucio. ¡Se ve tan linda y brillosa!» Miles de besos y caricias… «Ponete en cuatro.» «¿Me la das por la cola? ¿Me saco el dildo?» «No, te lo saco yo.» «De cualquier manera poneme cremita.» «Por supuesto.» Se acomodó como le dije. Con suavidad, moviendo a derecha e izquierda, y dejando caer saliva sobre el ano, despacito le saqué el dildo… y lo chupé. «¿Te gusta?» Había girado la cabeza para mirar. «¡En todo sos tan dulce!» Le puse vaselina… «¿Querés ponerme vos la vaselina?» «¡Si, claro!» Todavía agachada, sólo apoyada en una mano, le volqué vaselina en la palma de la otra mano y me coloqué frente a ella con la pija a veinte centímetros de la boca. Me besó el glande antes de acariciarme con la vaselina. Cuando la pija quedo bien bañaba me arrodillé tras el culo. Ubiqué el glande a la entrada en el ano, un agujerito seductor gracias al dildo… y entré sin dificultad. Me tomé de las caderas y fui ...
    ... empujando… «¡Sí, sí, papito! ¡Así! ¡Qué lindo!» Mis huevos chocaron con el perineo…, el bombeo los hacía bambolear contra los labios mayores… ¡Plaf! ¡Plaf! ¡Plaf! Una de las manos de Vanesa acariciaba el clítoris. Estuvimos unos cinco minutos bombeando rítmicamente. Me incliné sobre y la besé, al tiempo que agarraba sus tetas. Con los besos y caricias llegué a todo la magnífica espalda de la morocha. «¡Dios! ¡Cómo me hacés gozar!» Ella estaba exuberante. Yo estaba plenamente dedicado a bombear, acariciar y besar. Vanesa acompañaba el bombeo avanzando y retrocediendo con el culo… Ver su cuerpo, gozar de sus movimientos…, cada centímetro cuadrado de su piel…, eran el máximo del placer… De pronto se estremeció. Llevé una de mis manos a la concha. Fue cálidamente humedecida por sus fluidos…, mientras acariciaba los largos dedos de la nena, que entretenían al clítoris. «Nena…, preciosa…, voy a acabar… Te lleno la colita… o…» «¡No! ¡Dámela en la boca! ¡Quiero tomarme toda la lechita!» Rápidamente se la saqué y me arrodillé frente a ella, que seguía en cuatro. «¡Dámela!» Apoyada en las dos manos, pedía mi “colaboración”. Abrió la boca y sacó la lengua. Me miraba y sonría… En cuanto apoyé el glande en la lengua, saltaron los chorros de semen. Vanesa apretó el glande con los labios y no lo soltó hasta tragar todo. Respiró hondo, sonriendo con sus maravillosas paletas en primer plano, y la lengua lamiendo sus labios… «¡Tienen razón las chicas! ¡Cogés maravilloso y tu lechita es exquisita!» ...
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