UNA ALUMNA APLICADA - Relatos Eróticos

UNA ALUMNA APLICADA

... sobre mí y le levanté las piernas, frente al espejo. Hermoso ver el agujerito de la vulva…, y el movimiento de la pija dentro del culo. Vanesa se movía en círculos. La sensación de sentir los roces en la pija y la pelvis era maravilla. Ella gemía, gritaba, suspirabaaa… «¡Así! ¡Asíííí! ¡Acabooo! ¡Dios! ¡Papito! ¡Me tenés loca!» Sin sacarla dejé que se relajara. Luego la coloqué boca abajo. Le puse la almohada bajo el vientre. Vanesa levantó el culo. Su rostro era de  esplendor, con la sonrisa de felicidad única.
La fui enterrando mientras Vane gemía de placer… «¡Aaaahhh! ¡Aaaaahhh! ¡Sííí! ¡Al fondooo!» Gemía con los ojos cerrados y la boca abierta… Yo estaba arrodillado, con las piernas al costado de las caderas, sobre el culo y bombeaba con las manos apoyadas en sus cachetes. Me tiré hacia adelante y besé la nuca… «¡Ay papito! ¡Qué lindo! ¡Qué lindooo! ¡Más! ¡Más! ¡Más!» Unos tres o cuatro minutos entrando y saliendo del culo. Vanesa gozando… Me volví a arrodillar y en los espejos veía los hermosos laterales que ofrecía el cuerpo de Vanesa, con la cabeza girada hacia el espejo y sonriéndome. Bajando la vista veía como entraba y salía la pija del fantástico y perfecto culo de la nena.
“Nos pusimos cucharita. Vanesa levantó la pierna y la sostenía en alto. Volví a enterrarla en el culo. Giró su cabeza y nos besamos ardientemente. Mientras las lenguas jugaban en las bocas, mis dedos acariciaban y penetraban su conchita. ¡Todo perfecto! Un nuevo y magnífico orgasmo… Me ...

... levanté y me ubiqué frente a su cara. Vanesa tomá la pija con ambas manos y la metió en la boca. Pajeaba suavemente, con las manos y los labios. «¡Ah! ¡Aaahh! ¡Mmmmmmmmmmm!» Yo también acompañaba con mis gemidos de gozo a los de la nena. ¡Sentía que mi eyaculación sería brutal! Sacaría todo el esperma que me quedara en los huevos. ¡Me estremecí desde el pelo a los huevos, desde los dientes a los pies! Vanesa me apretó con los labios, sonrió y levantó la vista hacia mí. ¡Ella gozaba al ver mi rostro de felicidad! ¡Sííí…, y sacudí como 10  chorros! Vanesa no abrió la boca. ¡Había aprendido a respirar por la nariz! Apenas saliva o gotitas de semen salían por las comisuras.  Luego de tragar todo, respiró hondo dejando libre el glande. Pero la sostenía firmemente con las manos. No perdió tiempo en lamerme prolijamente. La pija quedó limpita y brillosa… Todavía tenía que ocuparme de sus acabadas. Me agaché entre su piernas y también la deje limpita y brillosa… ¡Sonó la alarma! «¡Ay papi! ¡Qué lástima que se acabó! ¡Quisiera seguir todo el día! ¡Quiero hacerlo de nuevo!» «Tenemos que esperar. No quiero que trascienda…» «Bueno…, te digo que allí todos se enteran de todo. También sé que te cogés a las profes Sara, Zulma y Cristal…» «¿Cómo? ¿Quién lo dijo?» «Nadie…, no hace falta. Todos nos damos cuenta cómo te miran, como están pendientes de todo lo que vos hacés, y como “casualmente” te encuentran por el patio, en las galerías… ¡y no sé si se meten el baño! ¡No me digás que no te las ...