LA PATRONA EXIGENTE
Fecha: 11/07/2022,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... manos bajó los breteles… y el vestido quedó a la altura del ombligo. Se me “ocurre” que esta mujer pretende seducirme… ¿Será así? «¡Uuuhhh! Paulina…, ¡son maravillosos! Justo para usted. La medida justa. ¡Bellísimos!» «¿Te gustan?» «¡Muchísimo!» Las tetas eran perfectas, ni tan grandes que se cayeran demasiado…, ni tan chicas que no se pudiera hacer una buena cubana. Como te imaginás yo estaba al palo, totalmente al palo…, y no traté de simular. «Caramba, vos también tenés lo tuyo. - Paulina bajó su mirada a mi bulto. - Pero todavía lo tenés más abrigado que yo.» Se levantó, se dio vuelta y se levantó la falda. El culo quedo total y maravillosamente expuesto. Efectivamente no llevaba calzón de ningún tipo. Ni una manchita, ni una peca, ni un lunar. Puro terciopelo. «¿Te gusta?» «Es tan hermoso como sus te… pechos…» «¡Tetas! ¡Ibas a decir tetas! ¡Jajaja! ¡Sí! Son tetas, melones, lolas, globos…, o como te guste…, pero hay algo más. ¿Qué te parece? ¿Se parece a la de tu nena… o tengo demasiado pelos?» Nuevamente de frente y con la falda levantada. ¡Dios! ¡Qué concha! ¡Qué labios externos! Gorditos, rellenitos… ¡ideal para morder! «¿Te gusta?» ¿Estaría preocupada por mi opinión o solamente quería calentarme para luego largarme duro? ¿O burlarse? «¿Es mucho más grande que la de la nena? ¿Te gusta así?» Ante su insistencia con el “¿te gusta?”, no pude evitar reírme. «¡Jajaja! Paulina, no estoy exagerando, para nada… ¡Usted es bellísima!» «Si que sos pícaro…, sólo me halagás. Ahora ...
... quiero verte yo. - Se volvió a sentar sin acomodarse el vestido, ni nada. ¡Quedó con la concha y las tetas al aire y a la vista! - ¡Qué lindo! ¡Cómo estás! ¡Qué carpita! – Tenía los ojos clavados en mi bulto- ¿Es por lo que vi y te conté?» «Más que el relato es usted quien me puso así…» «¡Qué lindo! ¡Me gusta eso! ¡Vení, acercate!» «Yo… ¿a…a…sí?» «Si claro. - Señaló la carpa que tenía mi pantalón. - Quiero ver que hay adentro.» Me desabrochó el vaquero, soltó los botones de la bragueta y lo bajó, con el slip también. «¡Dios, qué belleza!» Me tomó de los glúteos y me acercó a ella. Se inclinó en la medida justa para que la pija terminara en su boca. Yo no lo podía creer. ¿Está pasando esto o sólo es producto de mi imaginación? Parece que pasaba nomás. Paulina lamió el glande en toda su periferia y le dio varios suaves besitos. Yo temblaba. Estaba tan caliente que tenía miedo de acabar tan rápido que a ella la diversión le parecería cortita y apenas…, y yo un estúpido total, incapás de aguantar una acabada…! «No te preocupés tesoro. – Se sacó la pija para hablar.- Te la chupo hasta que te venga, sin problemas… ¡Es muy linda, me gusta mucho!» Y siguió mamando. «Es… que… señora Paulina…» «¡No me digas señora ni me digas de usted! ¿No te das cuenta que quiero hacer el amor con vos? ¡Me gustás mucho!» «¡Sí Paulina! ¡Pero es que tengo muchas ganas de… acabar… y…» «¡No te hagás problema!» Me apretó la pija, muy fuerte, en la base, junto a los testículos. «¡Así no es tan rápido! ¡Te ...