1. Juego de llaves


    Fecha: 17/08/2018, Categorías: Incesto Autor: XAVIA, Fuente: CuentoRelatos

    ... diversión.
    
    Marisa estaba especialmente nerviosa ante el acontecimiento. Suerte que María la había tranquilizado, ayudándola a elegir la ropa más adecuada para la ocasión. Incluso la había acompañado de compras aconsejándole un conjunto de ropa interior que le pareció extremado pero que adquirió ante los halagos e insistentes consejos de su jefa.
    
    Marina siempre había fantaseado con una ocasión así, por lo que aceptó de inmediato la propuesta de su amiga. Externamente no. Se hizo de rogar, planteó dudas y recelos obligando a la inductora a esforzarse para convencerla. Pero interiormente, lo tuvo claro desde la primera noche. El que fue complicado persuadir fue Julio. No lo vio tan claro, apelando a las consecuencias anímicas que un juego tan arriesgado podía tener en cada persona, sin contar con que podían producirse posibles secuelas sentimentales en las parejas. Sin duda, su condición de psicólogo se imponía en su raciocinio.
    
    Marian fue la más difícil de convencer. Ni hablar fue su primera respuesta. No contéis conmigo para esto, la segunda. ¿Os habéis vuelto locas? La tercera. Afortunadamente Marina mantenía la cordura equilibrando el grupo, pues María era la instigadora de tamaña locura y Marisa obedecía como el corderito que siempre había sido. Cuando Marina le comunicó que había accedido, se sorprendió pero se negó a bajarse del burro. Ni de coña iba a dejarse engatusar. Hasta que Jon decantó la balanza. No se lo esperaba pero fue el hombre con el que llevaba ...
    ... 6 años compartiendo su vida el que le planteó sin ambages su conformidad con la aventura. ¿Por qué no? La aceptación de Marian no vino por una voluntad de jugar, de ponerle sal a la relación, de explorar nuevas fantasías, como habían argumentado sus amigas y su pareja. Vino de la rabia.
    
    Los cuatro coches salieron juntos de la gasolinera del polígono que solían utilizar como punto de encuentro cuando hacían escapadas conjuntas. Podían haber compartido vehículos para ahorrar costes, pero el juego se basaba en el uso de las cuatro llaves, así que cada pareja viajó en el suyo. Guiando la comitiva, el BMW 318 de José. Detrás el Saab 9-3 de Juan y Marisa. Ya tenía quince años pero se mantenía tan fiable como el primer día. María no entendía como no lo cambiaban por un modelo más bonito, pues visto de frente le recordaba a una rana, aunque sabía que se trataba de una cuestión económica. Eran el matrimonio que menor sueldo percibía. El Volkswagen Passat de Julio salió el tercero, mientras el Audi A4 de Jon cerraba la comitiva.
    
    Llegaron a la casa rural a media mañana, por lo que se limitaron a visitarla someramente aprovechando para descargar las maletas y guardar en el frigorífico la cena fría que habían preparado. El nerviosismo era palpable en las cuatro parejas pero cada uno lo llevaba de distinto modo. Miradas indirectas, recelosas, con deseo contenido, incluso alguna babosa en opinión de Marian.
    
    El restaurante reservado por José estuvo a la altura. De precio medio, ...
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