1. LA PATRONA EXIGENTE 4


    Fecha: 11/08/2022, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... llevaran la conversación más directamente hacia “nuestros” intereses. «Voy a comprar algunas cosas. Vuelvo enseguida.» Paulina entendió mi mirada. ¡Al fin solos! «¿Tenés novio Ludmi?» «No, ninguno. Tengo algunos amigos…, pero te digo…, me parecen muy nenes.» «¿Te gustan más grandes?» «¡Jajaja! Bueno…, no sé, tal vez… Tendría que conocer…» «¿No conocés a nadie más grande?» «Y… vos… Ningún otro.» «No vale, no tengo competencia… ¡Jajaja!» «Bueno…, no sé… Me gusta haberte conocido…» «¿Por qué te puedo ayudar en matemáticas…?» «¡Nooo! ¡No seas malo! No me importa eso…» «A mí sí.» «¿Sólo te interesa ayudarme en la escuela?» «No sonsita. ¡Es un buen pretexto verte seguido gracias a la “ayuda escolar”!» «¡Jajaja! Entonces vendré a “aprender” todos los días… ¡si vos querés!» «¡No se lo digas a abuelita!» «¿Por qué? A mí me parece que abuelita te quiere mucho…» «¿Por qué creés eso?» «Y…, como te trata, como te mira…» «¿Te parece?» «Yo creo que le gustás mucho…» «Y… si…, a mí también me gusta mucho…, como vos…» «¿Yo? ¿Yo te gusto?» «Mucho… ¡sos preciosa!» «¡Oh! ¡Dani… sos un amor!» «Me gustaría que vengas seguido…, a ver si podemos estar solos…» «¡Si! ¡Me gustaría! ¡Voy a convencer a “abuelita”!» «¿De qué me vas a convencer?» No oímos entrar a “abuelita”. ¿Se fue realmente o estuvo oyendo? «De qué Dani me enseñe matemáticas…» «…y física…» Agregué yo… «Claro…, física es muy importante…» Eso lo agregó Paulina. ¡Sabía de qué hablamos! «Vendrás todas las veces que quieras…, y Dani… te ...
    ... pueda “atender”…» «¡Gracias abuelita!» «Pero ahora despedite, pues tengo que llevarte a casa.» «¡Qué poquito!» Ahora protesté yo. «Mañana tendrán más tiempo. Le diré a los papis… que tendrán que practicar “física”. ¿Les parece bien?» «¡Si! ¡Bravo! ¡Mañana “estudiaremos” Dani! ¿Querés?» «¡Todo lo que vos quieras!» Nos besamos en las mejillas…, y Ludmila se fue con “abuelita”. Por supuesto, me quedé. Tenía que recibir a Pauli con las mejores muestras de “agradecimiento”. Fui al dormitorio. Me desnudé y acosté. En una de esas podía dormir unos minutos… «¡Qué bello durmiente!» Paulina me besó en la frente… y, ya desnuda, se metió en la cama. No tardó nada en mamármela. Cuando la tuve al palo se montó y comenzó su cálida cabalgata. Yo tenía sus tetas, cosa de que no se sacudan demasiado. «¿Qué te parece? ¿Te la preparé bien para mañana, no?» «¡Jajaja! ¡Menos mal que no ibas a influir!» «¡Para nada! ¡Ludmila quedó enloquecida con vos! ¡Solamente habló de lo lindo y bueno que sos! ¡Y cómo va a “estudiar” física! ¿Te diste cuenta, no? ¡Nada boba la nena!» «¡Tu “nietita” es una locomotora! ¡No sé cómo todavía es virgen!» «Te lo dije… ¡miedo al dolor! Vos le vas a hacer olvidar todo los dolores.» Paulina seguía cabalgando. Como yo tenía sus tetas, ella dedicaba una de sus manos a acariciarse el clítoris. «¡Me viene, mi amor!» «¡Si! ¡A mí también!» En realidad me había quedado caliente con Ludmila. ¡Me la hubiera cogido ahí mismo! Luego de las mutuas sacudidas, Paulina largó la carcajada. ...
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