LA PATRONA EXIGENTE 4 - Relatos Eróticos

LA PATRONA EXIGENTE 4

... «¡Jajaja! ¡Quedaste caliente con Ludmi!» «¿Se nota?» «¡Por lo pronto que acabaste! ¿Estabas soñando que te la cogías cuando te desperté?» «¡Noooo! ¡Sos vos quien me calienta!» «¡Qué mentiroso!» Paulina se acostó a mi lado y me besó. Nos abrazamos y relajamos regulando la respiración. «Espero que mañana le abrás bien, bien abierta, la conchita…» «Haré todo lo posible… siempre que ella lo quiera…» «¡Ludmi lo habría querido hoy mismo! ¡Quedó súper caliente!» «¡Jajaja! ¡Estamos de acuerdo!»

-¿Así que de una de cincuenta y pico pasás a otra que apenas está en el secundario? ¡Pero no te perdés ni una! – Laurita no quería ocultar su comentario.
-¡Hace más de 35 años! ¡En esa época estaba para todo lo que aparezca!
-Bueeeenooo… ¡ahora también! ¡Y si no preguntale a Clarisa y Aldana!
-Y… vos… también me gustás… muchísimo… - Me ubiqué para chuparla. – Seguís siendo la más sabrosa…
-¡Ay Dios, no hay manera de decirte no…! ¡Qué rico lo hacés! ¡Sísísí! ¡Sííí! ¡Tragate todo! – Y me llenó la cara de fluidos… - ¡Venite, dámela! ¡Quiero mamarte!
	Me acomodé sobre la carita de Laura. Su boca abierta y la lengua afuera invitaban a la mamada inmediata. No pasaron más de cinco minutos… y el semen llegó a su garganta. Laurita, como siempre, tragó hasta la última gota.
-¡Ahora sí! Estoy tranquila. Podés seguir cogiendo… ¡jajaja!

“Luego de varios minutos de relajo, nos levantamos para preparar la comida y cenar. Seguimos hablando sobre la próxima “reunión de estudio” con Ludmila. A ...

... pesar de los dichos de Paulina, yo estaba convencido que la “abuelita” la puso al tanto de lo que iba a pasar durante su visita del día siguiente. Paulina lo dijo: “calcularé un par de horas para que Ludmi y Dani estén juntos…, “estudiando” en la pieza”. Paulina, como siempre, desde que la “conocí”, se esmeró para que la noche en la cama, fuera excelente. ¡Era inagotable! Lo repetía una y otra vez: “¡nunca en mi vida gocé tanto con el sexo!”. En el oído, en medio de una cogida, me lo decía: “podés hacerlo mucho mejor… ¡pero lo hacés toda la noche!” En verdad…, yo podría decir lo mismo. A pesar que en pocas horas tendría entre mis brazos a un bomboncito, la voluptuosidad de Paulina borraba todo el futuro, para disfrutar del presente de su maravilloso cuerpo. Me costó bastante convencer a Pauli de que me dejara dormir un par de horas…, “para estar en condiciones”, y no desilusionar a la nena. Como me pasó en otras oportunidades, la ansiedad me tuvo a mal traer durante todo el día. Traté de estar lejos de mis amigas universitarias. ¡Reservar físico y ganas para Ludmila! 
“Habíamos arreglado con Paulina. Para mayor placer, las cosas serían lentamente. La iba a traer a eso de las cuatro. Yo la estaría esperando en la sala de Pauli. Para que supiera que ella era prioritaria a todo otro interés. Cuando sentí la puerta fui hacia ella. Cuando entraron nos besamos en la mejillas con Pauli…, y abracé y besé en las mejillas a Ludmila. En principio se sorprendió de mi abrazo…, pero ...