1. La dulce Julia, buena esposa y madre (III - final)


    Fecha: 25/08/2018, Categorías: Gays Autor: Gab, Fuente: CuentoRelatos

    ... momento, empecé a apuntar más hacia el centro, y con delicadeza, puse mi polla en la entrada de su culo. Julia dio un pequeño salto y girando la cabeza para mirarme, dijo con una pequeña sonrisa entre curiosa y sorprendida:
    
    —Qué estás haciendo?
    
    —Solo estoy jugando —sonreí de vuelta
    
    —Pero no estarás teniendo ciertas ideas no? No lo he hecho nunca por ahí —respondió
    
    —Bueno, siempre me gusta probar cosas nuevas —dije
    
    —Lo has hecho alguna vez? —me preguntó
    
    —Hmmm… quizá alguna —dije con aire interesante
    
    La cara de Julia cambió ligeramente, frunciendo el ceño
    
    —Con la puta esa de tu oficina, no? —dijo directamente
    
    No dije nada, solo abrí los ojos aún más, apretando los labios en señal de falsa inocencia. Se quedó un momento mirando al infinito. Sus celos eran su punto débil. Ella no podía ser menos… y estaba muy caliente. Eso también ayudó.
    
    —Bueno, quizá, si tienes mucho cuidado, podemos probar —dijo finalmente— y si digo que pares, paras.
    
    —Tranquila, te trataré bien, tengo justo lo que necesitamos —respondí
    
    No me podía creer lo que estaba a punto de pasar. Me dio un subidón. Me incliné y cogí del cajón de la mesilla de noche, un gel lubricante que usaba para ocasiones especiales. Julia se había girado sobre su costado derecho, dándome la espalda. Me tumbé junto a ella, en posición de cuchara. Cubrí mi polla con gel, y me acerqué a ella. Julia respiraba fuertemente, pero no decía nada.
    
    Coloqué la polla entre sus glúteos, dando ella un pequeño ...
    ... salto. Poco a poco, empecé a empujar. Yo también respiraba a un ritmo acelerado, mi corazón latiendo fuertemente. Hacía casi 3 años que había visto a Julia por primera vez, entrando en la casa del compañero de trabajo, detrás de Luis. Si me hubiesen pedido apostar en aquel momento a que me acabaría no solo follando a la mujer de Luis, sino además dándola por el culo, ahora mismo estaría en bancarrota.
    
    Poco a poco, con cuidado, conseguí meter la punta dentro. Julia por fin dijo algo, me pidió que fuese despacio.
    
    Yo apretaba mi pecho contra su espalda, me gustaba la sensación, mientras con la mano izquierda la rodeaba la cintura y la apoyaba en su tripa. Podía notar cómo su pecho bajaba y subía de forma acelerada, mientras me agarraba con fuerza la mano que tenía sobre su tripa. Mis piernas se entrelazaban con las suyas.
    
    A este punto, a Cindy ya le había metido la polla hasta los huevos, sin piedad… ni gel lubricante.
    
    Pero con Julia tenía que ir con cuidado. Seguí empujando con la pelvis, introduciendo mi polla en su culo, centímetro a centímetro. Paraba de vez en cuando oía que Julia emitía algún sonido de incomodidad. Tras casi un minuto, conseguí tocar su culo con mi pelvis. Mi polla estaba completamente dentro. Lo más difícil ya había pasado. Empecé a sacarla lentamente, dejando dentro solo la punta. Pregunté a Julia qué tal iba, solo asintió con la cabeza nerviosamente, dándome un apretón en la mano.
    
    Su corazón latía revolucionado. Volví a empezar a empujar ...
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