1. UNA LINDA HISTORIA 5


    Fecha: 28/08/2018, Categorías: Incesto Autor: memito, Fuente: SexoSinTabues

    ... policía? ― Era el novio de mi hermana. Un niñato prepotente y creído. Pam se marchó al pueblo la semana pasada para confesarnos los maltratos de su novio. ― Madre mía – musita el hombre, agitando la cabeza. ― Así que me he venido con ella, más que nada para tratar de mediar. Pero no me ha dado tiempo, el cabrón. Se ha presentado por sorpresa, mientras arreglaba el armario del dormitorio. Se ha puesto a vocear y a pegarle, sin ton, ni son. Le juro que lo he visto todo rojo. Creo que me he empleado bien con él. Si no llega usted a llegar, no sé lo que hubiera pasado. Creo que me ha salido todo muy natural, mezclando mentiras y verdades. Lo cierto es que no he perdido los nervios ni un solo momento. No es que estuviera frío y calmado, pero sabía perfectamente qué estaba haciendo y qué quería hacer. Hay que tener los nervios templados en cualquier momento. Puede que sea una ventaja tenerme en tu cabeza. Asiento para mí y lleno un vaso de agua para Pam. ― Puede que sea mejor que presentéis una denuncia antes que lo haga él. Le has machacado toda la boca. El hospital al que acuda presentará un parte de lesiones – el conserje parece saber de lo que habla. ― Si, creo que tiene razón. No vaya a ser que encima, ese cabrón me haga pagar por sus gastos clínicos. ― Si me necesita como testigo, no tiene más que decírmelo. ― Gracias, señor Carmelo. ― Solo Carmelo. Pegas duro, chaval – me sonríe, antes de marcharme. Me siento al lado de Pam y la abrazo, una vez a solas. Ya no llora, pero ...
    ... su cuerpo tiembla, como si estuviera aterida. Necesita desahogar tensión. ― ¿Estás bien? Asiente. Me mira y musita: ― ¿Y tú? ― Perfecto. Ni me ha tocado. ― Creí que le matabas, Sergi. ― Es lo que quería hacer en ese momento. Menos mal que ha llegado el conserje. ¿Hay una comisaría cerca? ― Más allá del parque. ¿Vamos a denunciarle? ― Tenemos que hacerlo. Puede darnos problemas. ― Pero… subirá los archivos a Internet. ― No creo, Pam, al menos, no de momento. Ahora, está acojonado por la paliza. Habrá acudido a un hospital. Calculo que tendemos unas cuarenta y ocho horas, antes de que decida algo coherente. Los calmantes que le pondrán para el dolor le tendrán grogui bastantes horas. ― Entonces, ¿qué hacemos? Tienes que actuar de inmediato. Atrápalo en su propia casa… “No es tan fácil, viejo. Está época es muy jodida. Las autoridades tienen la capacidad de reconstruir los crímenes con las meras partículas que deje atrás un criminal. Además, no sé si ese mal nacido está solo en esto o tiene cómplices. Eso es lo primero que debo averiguar, su implicación. ” Está bien. Tú sabes más que yo de tu época, pero, recuerda, una acción directa y rápida, sigue siendo lo más eficaz. ― Vamos a la comisaría, pero antes… lo siento, Pam. Y le arreo dos ostias bien fuertes en la boca, rasgándole el labio inferior. Se queda mirándome, atónita, con la sangre manchando su camiseta. Repito los golpes, pero, esta vez, más arriba, sobre sus pómulos, enrojeciéndolos enseguida. Cae sobre su costado, el ...
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