1. UNA LINDA HISTORIA 5


    Fecha: 28/08/2018, Categorías: Incesto Autor: memito, Fuente: SexoSinTabues

    ... amenazo, aquí mismo – suspiré. – No solo romperá su trabajo, sino toda su vida social y familiar. Una cosa así, removida constantemente en la red, puede arruinar toda tu existencia: amigos, relaciones amorosas, familia, sin hablar de la vergüenza propia. Estoy dispuesto a evitarle todo eso a Pam, aunque tenga que ir a la cárcel, ¿comprendes? ― Si – y me da un fuerte abrazo. – Cuenta conmigo para lo que sea. Mañana, te llevaré a esa agencia y encontraremos a esas chicas. A ver que nos cuentan. Pam aparece una hora después. Nos besa a los dos y nos da las gracias por todo. Le doy un azote cariñoso en el culo. Sus labios se han hinchado, así como un pómulo, el cual ha tomado un color amoratado. Va a tener que pasarse unos días en casa, seguro. Cenamos, casi en silencio. Pam está muy retraída, quizás rumiando todo el embrollo. Sin embargo, se come la ensalada de pasta y los canapés gigantes y calientes que he sacado del horno, con gran apetito. Maby se chupa los dedos y tampoco habla. Después de cenar, nos sentamos a ver la tele. Maby se sienta sobre mis piernas, aunque tiene sitio en el sofá. Dice que le gusta abrazarse a mí. Pam, al contrario, no se acerca a mí. Tiene las piernas recogidas y se apoya en uno de los brazos del mueble. Sin embargo, si ha cogido mi mano, a la que sostiene contra su regazo. Maby no deja de rozar su culito contra mi entrepierna, buscando levantar a la bestia dormida, y lo está consiguiendo. Ellas llevan puestos sus pijamas, pero yo aún llevo ropa de ...
    ... calle. Mi mano libre acaba en la boca de Maby, quien se deleita chupando y lamiendo cada uno de mis dedos. Pam nos mira y sonríe. ― Iros a la cama, tontos. Ahora iré yo… -- nos dice. ― No, vámonos todos – dice Maby con un mohín. ― No, no estoy de humor ahora. De verdad – se incorpora más y acaricia la mejilla de su compañera. – Os doy permiso… follad sin mí. Os quiero. Retozar a solas con Maby, puede ser toda una experiencia. Aunque más joven que mi hermana, tiene más cama que ella. Nada más desnudarla, le como el coño con mucha lentitud, profundizando todo lo que puedo. Maby acaba saltando en la cama, rodeando mi cabeza con sus piernas, casi asfixiándome. ― ¡Joder… joder! ¡Me vas a mataaaar! – chilla a placer. -- ¡Eres un puto animal… de granja, cabrón! ¡Diossss… como co… comeeess! Tras el orgasmo, se queda jadeando en la cama, con la mano sobre su pecho desnudo. Yo apoyo la barbilla en mi mano, tumbado entre sus piernas, y la miro, embelesado. Me encanta observar como recupera el resuello, su rostro arrebolado. ― Cualquier día me da un infarto – dice, entre un jadeo y una risita. Ella toma el relevo. Me hace tumbarme y se ocupa de mi miembro con real pasión. En un minuto, me la pone tan rígida que no le cabe en la boca. Deja caer ingentes cantidades de baba sobre mi glande, restregándolo por su pecho, su carita, e incluso su pelo. Lo usa como una gran brocha, para pintarse el cuerpo entero de humedad. Me tiene loco. ― Me voy a ensartar – me susurra. – Hoy me la voy a meter ...