1. La infausta cena


    Fecha: 02/09/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    ... se quedó bailando. Como era el último castigado, me quedé de pie en medio de todas las chicas totalmente desnudo, porque Lorena recogió el mini slip y se lo llevó. Mientras se iba la vi mover el culo orgullosa de tener tal primo, y lo orgullosa que se va a quedar por tener tal hermano. Porque Gaspar, si lo sueltas, es como una vaquilla en la arena. Y yo lo iba a soltar. Vamos, que nos íbamos a soltar.
    
    Llegó la pregunta para Gaspar. Pregunta más fácil no había: ¿Qué lengua se habla en Argentina? Y Gaspar respondió que en Argentina se habla el argentino que es un inglés de segundo orden. No supo poner orden y le sacaron su mini slip, pero le clavaron las uñas en todo el culo y en las caderas. De nuevo Lorena recogió la prenda y fue a guardarla. Gaspar estaba ya junto a mi y le dije que mirara a su hermana cómo movía el culo y se le caía la baba. Entonces le dije:
    
    —”He descubierto que nosotros los gays, en cuanto a mujeres, solo podemos enamorarnos de nuestras hermanas”.
    
    —”No había caído en la cuenta, pero es verdad..., ¡qué buena está la tía!”.
    
    Regresó Lorena y dijo qué cosa iban a hacer con nosotros. Araceli dijo:
    
    —”Según las reglas del juego, ellos deben elegir el castigo, puede ser el mismo para los dos o cada uno puede pedir uno diferente.
    
    —”¡El mismo para los dos!”, dije en voz bien alta, mientras ellas miraban impávidas nuestras pollas morcillonas pero aún caídas.
    
    Gaspar se me quedó mirando, sin saber qué decir, ni responder. Pero inmediatamente ...
    ... Araceli dijo:
    
    —”De acuerdo; el mismo para los dos. ¿Pueden decir los chicos qué castigo desean?
    
    —”Sí”, dije yo, y Gaspar estaba como asustado.
    
    —”A ver, dinos qué castigo queréis, que nosotras nos encargamos de realizarlo”, dijo Araceli.
    
    Lentamente y poniendo la voz pausada serena y cálidamente, mientras me movía la polla con mis manos, dije:
    
    —”Queremos..., y ya no podéis negaros, que cada una... de vosotras... chupe con su lengua, boca y dientes, nuestras pollas...”
    
    Gritaron todas de contento, e hice la señal con mis manos de que se callaran para continuar:
    
    —”Cada una ha de dar dos mamadas por el tiempo que desee a cada uno de nosotros. Al concluir la segunda ronda debemos haber eyaculado ya. Si lo hacemos antes de que todas pasen dos veces, tenemos un nuevo castigo que lo imponéis vosotras. Si, después de mamarla todas dos veces a los dos, hemos aguantado sin eyacular, elegiremos a dos por cada uno para eyacular sobre su cara y a continuación a las otras dos para que nos desahoguemos la orina”.
    
    De nuevo todas gritaron de contento y aceptaron, pues pensaban que no llegaríamos al final, aunque de mí yo estaba seguro, pero no sabía cómo respondería Gaspar.
    
    Pasaron una vez y todo normal, consiguieron a duras penas que por fin se nos levantara. ¿Puede ser que a un gay no le estimule la mamada de una mujer? Si Gaspar y yo no nos ponemos a besarnos y a tocarnos nuestras pollas no se levantan. Pero casi todas daban mordiscos con los dientes y hacían daño con lo ...