Mi esposa, prostituta por necesidad
Fecha: 26/09/2022,
Categorías:
Confesiones
Tus Relatos
Autor: Alberto, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... hombre con el que entró al hotel, le dijo que: pasearse por enfrente de dichos hoteles era la forma de atraer clientes de las mujeres que acudían a ese sitio, aunque ellas iban más tarde, así que por eso la abordó creyendo que era una de ellas, aunque era más temprano de la hora acostumbrada, es por eso que Magda quiso sacarle el mayor provecho posible a ese rato de valor que tuvo para dar ese paso.
Entre 40 o 50 minutos después salen del hotel. El sujeto camina hacia el oriente de la calle y Magda cruza la acera directo hacia donde yo estoy; nos podíamos mirar a la distancia pues estábamos de frente, pero apenas entra al parque, la aborda un hombre que estaba sentado en la primera banca del pasillo, el cual no vi llegar. Era un hombre de no menos de 60 años, tal vez casi los 70. Platican unos minutos y al parecer el la quería llevar a algún otro sitio pero ella le dijo que yo la estaba esperando ya que me señaló y el volteo a mirarme, luego él le señala hacia el hotel Alameda y comienzan a caminar hacia allá.
Pude notar que Magda evitó mirarme a toda costa, pues mientras platicaban siempre tuvo la mirada hacia otro sitio, los veo entrar y me invadió un sentimiento de tristeza enorme, ya los sentimientos anteriores estaban todos mezclados y no sabía realmente que sentía, solo ganas de llorar y una vergüenza muy grande con mi esposa al darme cuenta que le estaba fallando como esposo. Ésta vez tardo poco más de una hora; yo estaba ya muy cansado por haber mantenido la ...
... misma posición tanto tiempo y la espalda ya comenzaba a molestarme. Luego los veo salir y tomaron rumbo al parque caminando juntos muy despacio y charlando.
Llegan al pasillo donde se encontraron y que estaba frente a mí, deteniéndose a unos 30 metros y ahí platican otros 15 minutos al menos y se despiden, el tipo tuvo la desfachatez de decirme "adiós" con una seña. Ahora sí, ella se dirige directo a mí, llega muy seria y con las mejillas muy ruborizadas, solo dice—
"¿Nos vamos? Permíteme ayudarte, has de estar cansado" --Toma a su hija en brazos, le revisa su pañal, me ayuda a levantarme y comenzamos a caminar sin pronunciar palabra alguna. Llegamos a la parada del camión y nos sentamos a esperar; ahí se sienta junto a mí y al voltear a mirarla le veo sus ojos llenos de lágrimas y entonces pude entender sus sentimientos.
La abracé y traté de consolarla tratando de no demostrar lo que yo sentía; ella solo me preguntó-- "¿Aun me quieres?" --Yo sentía mucho dolor en mi corazón y en varias ocasiones estuve a punto de decirle algunas palabras de reproche, pero como no me dio oportunidad las estaba guardando para cuando estuviéramos en casa.
Viendo su estado emocional y conociéndola como la conozco, se me derritió el corazón y sentí una inmensa ternura por ella. Así que le dije—
"¡Por supuesto! ¿Por qué crees que tendría que dejarte de querer? al contrario, ahora te quiero más, creo que ninguna otra mujer haría lo que tú estás haciendo por nosotros" --Lo dije más que nada por ...