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6 días con mi tia, sexo hasta el lado más extremo que jamás pude imaginar
Fecha: 12/09/2018, Categorías: Confesiones Autor: JOSE ANTONIO, Fuente: CuentoRelatos
... caminaba y me la imaginé desnuda y tirada en una cama con la popa levantada y pidiéndome que le enterrara la verga. Me acerqué a saludarlos y los tres seguimos caminado y observando vitrinas. Su esposo nos dijo que debía hacer una transacción bancaria y nos dejó solos. Seguimos caminando y mi tía se paró a mirar una vitrina de un almacén de ropa para mujer en la que un maniquí estaba vestido con lencería, Me acerqué y le dije: -¡Tú te verías muy linda vistiéndote así! volteó a mirarme y me preguntó porque yo decía eso. Le contesté que se vería muy linda por el hermoso cuerpo que tiene. Me respondió que era imposible vestirse con lencería porque su esposo no se lo permitiría, que era muy anticuado y cualquier prenda de vestir fuera de lo común le parecía escandalosa. Continuamos caminando y le dije que me parecía increíble que a su esposo no le gustara que ella se vistiera sexi. Su respuesta me dejó pasmado cuando me dijo: -¡Es tan a la antigua que no me permite que use pantaletas estilo tanga, solo que lleve calzones tradicionales como si yo fuera una vieja! -Ella me miró y luego bajó la mirada y me comentó que su esposo la regañaba a cada instante y aún se molestaba más cuando le pedía que fuera más amoroso con ella, que la buscara más, pero él le respondía que ella era una mujer decente y no una prostituta. Aproveche la oportunidad para decirle que ella no era ni parecía una prostituta sino una mujer que necesitaba un poco más de cariño y por último le dije que me ...
... fascinaría verla vestida solo con tanga y admirar su bello cuerpo, Se sonrió un poco nerviosa y me dijo que cambiáramos la conversación porque se acercaba su esposo y no era conveniente seguir el tema delante de él. Nos sentamos a tomar un café y al rato se pararon, se despidieron de mi y al verla alejarse me recree viendo el bamboleo de sus nalgas. Ese día terminé de convencerme que mi tía estaba necesitando mucho más de lo que le estaba dando su esposo y yo podía dárselo, por lo que me ilusioné con la conversación que habíamos tenido, porque le había dicho en pocas palabras que ella me gustaba. A partir de ese día, cada vez que nos encontrábamos en alguna reunión familiar u otro acontecimiento ella me comentaba que su esposo no hacía el menor intento por cambiar su modo de ser y sus regaños no cesaban cuando ella hacía un comentario relacionado con la madures y la modernidad de las mujeres. Una tarde ella se presentó a mi departamento sola y con signos de abatimiento y tristeza, Al abrir la puerta entró y se puso a llorar, la abracé y le pregunté porque lloraba, me dijo que estaba cansada de tantos reproches por parte de su esposo. Comencé a decirle que se calmara, que se olvidara un rato de los malos momentos y al mismo tiempo la besaba en las mejillas y luego en el cuello. La miré de frente y tenía los ojos cerrados, seguí besándola en las mejillas y luego en la boca. Ella correspondió y abrió la boca y nuestras lenguas se entrelazaron. Bajé las manos hasta sus caderas y la ...