1. 6 días con mi tia, sexo hasta el lado más extremo que jamás pude imaginar


    Fecha: 12/09/2018, Categorías: Confesiones Autor: JOSE ANTONIO, Fuente: CuentoRelatos

    ... atraje aún más hacia mi cuerpo mientras a ella se le agitaba la respiración. Le desabotoné un poco la blusa y le besé el pecho, pero cuando pasé las manos por su espalda para abrír el broche de su ajustador se separó de mí y me dijo que lo que estábamos haciendo no estaba bien. Con voz temblorosa me dijo: - ¡Mejor me voy a mi departamento, estoy un poco desconcertada! Quiero meditar sobre lo que hicimos. ¡Esto sucedió muy rápido! Yo me paré, la abracé y le dije: - ¡Lo que hicimos es porque ambos lo quisimos, no te voy ni a acosar ni a pedirte nada, solo estaré para ti cuando lo necesites!
    
    La dejé marchar porque no quería forzarla a nada, mi intención era que fuera ella quien se decidiera y sabía que estaba ya cerca de ello, además, yo no quería cogérmela una sola vez, quería muchas veces, enseñarle a chupar verga, a ponerla en todas las posiciones posibles y lo que yo más anhelaba, desvirgarle su precioso culo y para eso se necesita tener un poco de paciencia.
    
    A partir de ese momento las relaciones fueron distintas; no frecuentaba mucho su departamento, nada de miradas insinuantes, en fin, nada que nos delatara. Solo en un par de ocasiones logramos hablar a solas y en cada una de ellas la conversación era referente a la intimidad que llevaba con su esposo y las pocas veces que él se la tiraba. Yo aprovechaba para decirle que se diera un poco de respiro, que yo no estaba interesado en que acabara con su matrimonio ni nada por el estilo, que solo quería apaciguar su ...
    ... agitación sexual, cosa que no hacía su esposo. Ella me dijo estar de acuerdo y quería estar conmigo, pero tenía que ser con mucho sigilo y que su esposo se ausentara de la ciudad por algún tiempo, porque no quería acostarse conmigo en la tarde y luego darle un beso de bienvenida a su esposo en la noche. Dos semanas después vino el gran día, su esposo fue llamado a otra ciudad para dictar unas conferencias por espacio de una semana.
    
    Lo que estábamos esperando, una semana completa solo para nosotros. Salió de viaje en la mañana y en la tarde mi tía estaba en mi departamento. Tocó a la puerta, le abrí, dijo hola y fue directo a mi recamara. La abracé y recosté a la pared llenándola de besos. Suavemente le quité la blusa y brotaron sus paraditas tetas, no llevaba sostenes. Me incliné un poco y se las chupé una a una. Luego de extasiarme con ese par de manjares, corrí la cremallera de su falda, la bajé y tampoco llevaba pantaletas. Definitivamente había venido dispuesta a entregárseme. Ella con la voz recortada me decía que lo que le estábamos a punto de hacer no debía saberlo nadie, lo decía sin ningún convencimiento porque por el modo entrecortado que lo decía la denunciaban que lo que quería era que la llevara a la cama y la hiciera gozar como nunca lo había hecho su esposo. La llevé a la cama y me quité toda la ropa, Ella me vio y cerró los ojos. Me acosté al lado y le dije que algunas cosas que le haría no se la habían hecho antes, pero bajo ninguna circunstancia le haría daño, ...
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