6 días con mi tia, sexo hasta el lado más extremo que jamás pude imaginar
Fecha: 12/09/2018,
Categorías:
Confesiones
Autor: JOSE ANTONIO, Fuente: CuentoRelatos
... comenzó a gemir y moverse cuando sentía que le entraba, afianzó los talones al colchón y levantando las caderas empujaba para que le entrara toda. Atrajo mi cuerpo, me abrazó y sin ningún freno me decía: - ¡Así, papito, así, quítame esta calentura que tengo, meteme esa cosota que tienes y no me la saques nunca! - Sentí que su chocha se había expandido porque ya mi verga entraba y salía con facilidad. Fueron pocos instantes de esa locura porque no aguanté y exploté dentro de ella con bramidos de ambas partes. Le seguí dando hasta que quedé flácido. Me acosté a un lado a descansar mientras ella corría al baño para asearse. Volvió, nos despedimos con un beso y me dijo que mejor lo dejáramos por el día de hoy, pues su esposo llamaría y quería estar tranquila para responderle cualquier pregunta. Los dos siguientes días yo salía a trabajar y al volver, mi tía subía a mi departamento y nos entregábamos a culear como locos. Ya ella no se mostraba nada nerviosa, por el contrario ya usaba palabras fuertes, me chupaba la verga, me dejaba que le acariciara el ojete del culo, que la colocara en posturas y solo me pedía que le diera verga lo que más pudiera, porque tenía que aprovechar la ausencia de su esposo.
Al tercer día llegó a mi departamento muy agitada y tan pronto me vio se abalanzó y me pidió que la llevara inmediatamente a la cama, que había pasado una noche muy arrecha y que le hiciera lo que yo quisiera. La llevé a la alcoba, le dije que se desnudara y sentara en el ...
... borde, me quité toda la ropa, le presenté mi verga a su boca y le pedí que me la chupara. Abrió la boca y se la metió hasta la mitad, comenzó a chupármela de una manera desesperada y tuve que contenerla y decirle que se calmara, que lo hiciera suave. Después de una buena mamada se la sacó de la boca y me dijo que estaba muy arrecha y necesitaba con urgencia que se la metiera. Le dije que esta vez la que iba a llevar la iniciativa era ella. Me acosté boca arriba en el centro de la cama y le dije que se sentara en mi verga. Se colocó en cuclillas, agarró mi verga y la dejó en la puerta de su chocha.
Fue bajando lentamente dando largos suspiros hasta que quedó completamente incrustada, luego comenzó a subir y bajar desordenadamente y fuera de sí.
Se dejó caer sobre mi pecho, me miró y me dijo:
¡No acabes rápido, quiero sentirla dentro mucho tiempo, estoy muy arrecha y quiero tu verga todo el día! La apreté por las caderas y le respondí que si seguía con esos ímpetus no iba a aguantar mucho tiempo, que se calmara, que se la metiera hasta el fondo, que se la restregara únicamente con movimientos de cadera en vez de sacársela y metérsela. La agarré por las nalgas y comencé a enseñarla a girar solamente las caderas. Al ver que había tomado el ritmo le solté las nalgas y quedó sola haciendo el trabajo. Al rato me incorporé y quedamos sentados, ella se arqueó hacia atrás, me incliné y comencé a chuparle las tetas al mismo tiempo que la agarraba firmemente por las nalgas para ...