UNA NUEVA VECINA 4 - Relatos Eróticos

UNA NUEVA VECINA 4

... Aldana. También se había desnudado. ¡No pudo esperar a que su amiguita tuviera mi pija en el culo! ¡Las dos hermosuras a mi disposición! Aldi se quedó en el sillón, sonriendo y masturbándose.
Terminé de sacar el dildo. Aldana se levantó y se acercó. Tomó el consolador de mi mano y lo chupó, se lo metió en la concha y lo llevó hasta la boca de Efi, agachada, mientras yo le chupaba y lamía el ano. También chupó el dildo con ganas.
-¡Qué rico gustito tiene tu culito! – Aldi se divertía con la amiguita. – Pero ahora lo mezclé con mi conchita.
-¡Jajaja! Es que busqué un lubricante con gusto a frutillas. 
-¡Jajaja! Muy bien, ahora te pongo más. - Le unté bien el ojete, metiéndole un par de dedos dentro, todo lo que entraron… - ¿Te duele?
-No, no. Siento tus dedos, pero no duele, dale, metémela…
-Mamámela un poco, con mucha saliva.
-Yo también. – Aldana también se acomodó para mamar.
-Si, dame. ¡Así! ¡Así! ¡Está muy rica! – Yo estaba parado al lado de la cama. La nena giró hacía a mi pija y se la metió en la boca, hasta el fondo. Aldi lamía el tronco, desde los testículos.
-Perfecto, ahora pará bien el culito. – Aldi no quiso quedarse al margen. Me tomó la pija y la orientó hacia el ano de Efi. Le apoyé el glande en el hoyo y empujé muy despacio. El esfínter se dilató perfectamente. El recto apretaba divino.
-¡Qué lindo, papi! ¡Cómo te siento!
Llegué hasta el fondo, con los huevos colgando rozando la concha. La tocaba y acariciaba con los huevos.
-Me gusta muchísimo tu ...

... culito, mi amor. ¡Es precioso!
Empecé despacito con el mete y saca. Efi tomó el ritmo reculando a tiempo de mis movimientos. Adentro, afuera, adentro, afuera. Aldi acompañaba el movimiento de su amiga con las manos en su cintura. Yo la sacaba casi toda. Dejaba siempre el glande dentro.
-¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!
-¿Te duele?
-¡No, no, noooo! ¡Me gusta muchísimo! ¡Cómo te siento! Nunca imaginé que fuera tan lindo que me cogieras por el culo… 
-¡Y no sabés cómo me gusta a mí con tu recto apretándome maravillosamente bien!
	Aldana se acostó bajo Efigenia para chuparle la concha, mientras yo se la metía por el culo…, y su entrepierna quedaba “justo” a la altura de la boca de la nena. De hecho, era un genial 69 entre las nenas. ¡Así había placer para todos! La intervención de Aldi fue muy propicia. “Entretener” a Efi como lo hacía, es importante para que no sienta demasiado las molestias que podía provocar mi pija haciendo debutar a su recto.
Pasé la mano hacia abajo. Aldi tenía metidos dos dedos en la concha de su amiga. Seguí con el empujón sacando despacito, metiéndola nuevamente hasta el fondo. Un mete y saca perfecto. La nena seguía con el ritmo. Nunca mejor la palabra “recular”. Yo suponía que con ese movimiento, Aldana podía lamer a Efi sin siquiera mover la cabeza.
-¡Ay papi! ¡Me viene en cualquier momento! – La labor de Aldi era perfecta.
-Yo te aviso, así acabamos juntos.
-¡Sísísí! ¡Daleee!
El ¡plaf plaf plaf! se volvió intenso. La sacudía con todo. Efigenia enterraba su ...