1. Un Amor repentino: Me compró y me enamoré de él en prisión


    Fecha: 30/07/2017, Categorías: Transexuales Autor: aritacariñosa, Fuente: SexoSinTabues

    ... Apenitas llegué al nuevo pabellón, todos me miraron con cara de hambre voraz. Estaba vestida como me ordenaron. Con un vestido negro muy corto y bien ajustado a mi cuerpo. También con mi pelo semiondulado totalmente suelto. De sandalias y bien maquillada. Yo me sentía muy mal y muy nerviosa. Sabía que pasaría a ser la puta de otros nuevos presos de un nuevo pabellón. Tenía muchísima incertidumbre por lo que me podía llegar a ocurrir. Ahí vi a quien me compró. Él se presentó ante mí como mi nuevo "dueño". Me dio muchísimo asco el tipo. Le quise escupir a la cara en ese momento. Pero me retuve. A pesar de ser un hombre pedante y muy egocéntrico, me trató con mucha consideración. Me pidió muy educadamente acompañarlo a mi nueva celda. Incluso me ayudó a trasladar mi equipaje. Me dio una celda más grande de la que tenía. Si bien cada celda tiene rejas en la puerta, todos le colocan cortinas para mantener cierto nivel de intimidad. La mayoría las comparten. Yo tenía la mía propia y con muy lindas cortinas que colocaron ahí. También una cómoda cama, algo muy difícil de conseguir en prisión. Cada celda representa para cada prisionero, su propia casa en el pabellón. Dentro, el Ganzúa me preguntó mi nombre, edad, etc. También me condicionó: "Te voy a dar un día para que pensés por qué vas a optar. Yo te quiero para mí. Si te quedás conmigo, tenés que estar preparada y dispuesta a todas mis pretensiones. Te voy a dar protección y todo lo que necesités. Si no, te dejo a merced de los ...
    ... lobos hambrientos del pabellón. Vos elegís. Un día. "Algo muy lógico, me puso una condición para que me quedara voluntariamente con él. Me tomé todo el día para ofrecer mi respuesta. Yo ya tenía en mi cabeza, qué iba a contestar. El Ganzúa me presionó durante todo ese día para que diera mi respuesta lo antes posible. En la noche, ya no había margen para especular. Cuando llegó a mi celda, yo ya me había preparado para él. Estaba muy acostumbrada a eso. Me coloqué un vestido rojo, y una pequeña colaless roja por debajo. Bien maquillada y perfumada. En mi maquillaje resalto mis grandes ojos marrones y la forma de mi boca. También dejé todo mi largo pelo suelto, como a él le gusta. Él se aproximó a mí. Yo estaba con mis nervios de punta. Lo primero que me dijo: "Sos muy linda. Apenas te vi cuando saliste al patio aquella mañana, te compré. No tengo ninguna duda sobre mi compra". Me sentí un pedazo de basura cuando me dijo eso. Mi reacción fue muy pasiva. Me senté en la cama agachando mi cabeza. Yo estaba muy triste y decepcionada de mi cobardía. Él se sentó a mi lado y me ofreció: "¿Querés algo de tomar?". Le negué con mi cabeza. Salió de la celda durante algunos segundos. Cuando volvió, traía en sus manos, dos vasos llenos de una bebida con alcohol. Una especie de trago primavera. Me dio el vaso y me dijo: "Tomá, esto te va a relajar". Le pregunté si el trago tenía droga. Él comenzó a reír. Me dijo: "No, probálo. Ya a vas a notar que es muy rico. " En realidad estaba delicioso. ...
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