1. Por una infidelidad, un trío


    Fecha: 17/09/2018, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Dogiju, Fuente: CuentoRelatos

    ... tumbada sobre la cama y yo sentado junto a ella y con la polla como una piedra otra vez, hasta que alguien llamó suavemente a la puerta (él).
    
    Cuando sonó la puerta, ella emitió un suspiro de satisfacción y yo me dirigía a la entrada abriendo y dando paso al colombiano que venía también preparado para la sesión.
    
    Se dirigió directamente hacia la cama, se quitó la bata de baño que había traído para taparse durante el camino y quedó desnudo totalmente también, con la polla enorme apuntando hacia el techo y palpitando de ansia por entrar en aquél coño caliente que la esperaba.
    
    Se tumbó junto a mi esposa y comenzó a acariciarla suavemente, diciéndole cosas tiernas al oído (en eso era especialista) y haciéndole cerrar los ojos de gusto, sus manos pasaban por su vientre, sus pechos, su boca, sus piernas, su lengua buscó la de la hembra caliente y al encontrarla sonaron las dos en un choque húmedo que les hizo vibrar a los dos, así que en unos instantes la tuvo preparada para lo que ya quisiéramos hacerle entre los dos.
    
    El colombiano le quitó el tanga y se colocó entre sus piernas, acercando su cara al coño palpitante de ella para comenzar a lamérselo y chuparle el clítoris con verdadera ansia. Mi mujer, abriendo las piernas, colocó una en cada hombro del hombre para estar más cómoda y se dejó hacer durante un buen rato. Los gemidos y suspiros eran continuos, se retorcía en la cama como una culebra mientras él incluso la follaba con la lengua, metiéndola y sacándola como ...
    ... si fuera una polla.
    
    Yo, permanecía sentado junto a mi mujer en la cabecera de la cama acariciando su cabello mientras ella con los ojos cerrados se pasaba la lengua humedeciendo sus labios, hasta que entre gemidos y casi sin poder hablar, me pidió que le acercara la polla ya morada a su boca. Así lo hice, me aproximé a ella y la coloqué en sus labios que no tardaron en abrirse y engullirla casi entera; me la agarró con una mano y comenzó a meneármela mientras me la chupaba con delirio. Cada vez que el colombiano chupaba su clítoris, yo lo notaba porque su boca se cerraba y chupaba con más fuerza mi polla que ya estaba a punto de reventar.
    
    Así estuvimos un rato, yo tuve que apartarme porque si no me corría enseguida, estaba tan excitado que una chupada más y le hubiera llenado la boca de leche a mi mujer, por eso opté por descansar unos instantes, no quería que aquello acabara todavía. Me senté en un sillón que había situado en un rincón de la habitación, y me dediqué a observar como el colombiano se trabajaba a mi esposa.
    
    Cuando el chico se sació de su coño, comenzó a subir hacia arriba, sin dejar de lamer ni un centímetro de su cuerpo, pasó por su vientre, su pecho, sus tetas, sus pezones, su cuello, su barbilla para llegar a su boca, allí se entretuvo bastante tiempo, el morreo fue intenso, se recrearon los dos bastante en ello y cuando quedaron satisfechos, mi mujer se incorporó y se colocó a cuatro patas en el borde de la cama y con un suplicante "¡fóllame!" , ...
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