1. Viaje con permitidos (2): Sexo en el hotel


    Fecha: 20/09/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Nazareno Cruz, Fuente: CuentoRelatos

    ... metidas el ritmo vuelve a pleno, sus gemidos se hacen escuchar sin pudores, expresando sus emociones, las piernas en mis hombros y todo entre sus piernas. El polvo adquiere dimensión de explosiva emoción, sus manos se agarrotan en mis brazos, la penetración intensiva y urgente, sus gemidos y mis bramidos se acoplan para el momento supremo de correrme. Un nuevo orgasmo comienza a estremecerla, la excitación me supera, la urgencia de eyacular no admite demora, no puedo prolongar más el placer, me dejé llevar… el bramido acompaña el primer chorro de semen, los siguientes, con la verga empujando bien en el fondo de la vagina. Eyaculé durante la agitación y estremecimiento propio de su orgasmo.
    
    Ethel se aferra a mí, quiere sentirse parte de mi cuerpo, sus músculos vaginales se contraen contra mi sexo, toda ella es un abrazo, siente ese momento como el objetivo final de un momento de pasión. No sabe pero aprende a sentir ese momento, un arrebato de lujuria.
    
    Nos quedamos inmóviles, la imagen del huracán pasional se multiplica en los espejos del techo, la pasión toma vida en los cristales, grabado en nuestros cuerpos sensaciones que ni sabemos vuelvan a repetirse.
    
    Lunes, de mañana, desayuno, con el tiempo justo para realizar las actividades del día, yo en la oficina, ella en la gestión bancaria. El whatsapp nos mantiene en contacto, encontrarnos en la tarde antes de volver. La invité a mi casa, comida frugal y la despedida, con la promesa de que estas emociones no fueran ...
    ... las primeras.
    
    El primer mensaje fue para decirme que había llegado bien, los siguientes de esa semana fueron subiendo el contenido, del atreverse a insinuarse, de animarse a exhibirse, las imágenes fueron subiendo de tono, de osado a desnudo total, el deseo a full.
    
    - Hola! Sí, síiii por favor, te espero ansiosamente.
    
    Acordamos en bajarme en el kilómetro… de la ruta 11, ella estaría esperándome.
    
    Estaba esperándome, recorrimos esos dos kilómetros hasta la casa de campo, había dispuesto todo para aprovechar lo que quedaba de la tarde y la noche, para poder acercarme en la mañana del sábado.
    
    Había dispuesto todo para este encuentro, unas cervezas frías calmaron el calor y suavizaron la excitación, nos dieron tiempo a procesar las emociones, disponernos a vivenciar ese momento mágico, que ella había estado fantaseando desde que nos dijimos “hasta la próxima”!
    
    Me senté en el sofá, sugerencia a verla desnudarse para su hombre, intuía que se había “producido” (arreglado de modo especial) para ese momento. Al mejor estilo de una desnudista, fue deshojando su cuerpo, los botones de la camisa fueron desprendiéndose, lento y pausado, mostrando como los opulentos pechos estaban difícilmente contenidos por un soutién de encaje transparente, solo cubrían parte de los pezones. Moviendo los hombros y dejó caer la prenda, sus manos sopesan, elevan y juegan con los senos grandes y redondos. Los pezones erizados presionan el encaje, desafiando ser lamidos.
    
    La falda cubría sus ...
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