Mi esposa y su infidelidad - Relatos Eróticos

Mi esposa y su infidelidad

... pensé tener una mamacita como tú.
M: si hoy te premiare Juan recuerda que es nuestro secreto no le puedes mostrar a nadien. 
J:entendido tía haré lo que me digas, pero ahora quiero un vídeo mostrando tus calza que andabas anoche.
M: está bien dame unos minutos y te lo envíare con otra sorpresa, recuerda que la otra semana tendré libre así que prepárate quiero ver esa vergota que me mostraste la otra vez, he soñado con tenerla dentro y no te escaparas.

Lo ley y lo volví a leer y cada vez sentía con más calentura en mi interior, así que mi sobrino le  mostró su verga a mi esposa, ya no sentía rabia pero si me excitaba leer lo que se hablaban no sabía que clase de vídeo le iba a enviar y espere un rato, sentí que mi esposa se metió en el baño y después de varios minutos le envío el vídeo a mi sobrino lo veía y no lo creía mi esposa bailando y mostrado todo su tracero, les dejaré el vídeo para que lo disfruten. 

M: estás sobrino te envié lo que pediste.
J:  tía que cosa más hermosa me enviaste estoy con con mi polla parada.
M: tranquilo ya la tendrás dentro de algo muy rico.
J : no se tia nunca e tenido relaciones y soy virgen no sé si te aguantaré.
M: no te preocupes sobrino la primera cuesta después te ...

... acostumbrarás.
J: está bien tú me enseñaras.
M: claro que lo áre, pero eso que tienes ahí será solo mío.
J: está bien tía sera solo tuyo.

Después de eso sentí que el agua corría y aproveché para salir del cuarto apague el ordenador de mi sobrino y muy lentamente salí mientras mi esposa se bañaba, salí asia la calle y camine asia mi auto que lo tenía muy cerca de mi casa me subí y podía notar  mi pantalón todo mojado ya que fue tanto la calentura con los mensajes, que me frote  por encima del pantalón teniendo una gran descarga de semen.

Mientras manejaba no dejaba de pensar en lo que estaba sucediendo, mi mujer siempre fue posesiva y hermosa a la vez, pero ahora quería satisfacer su nececidades perversas quitando la virginidad a mi sobrino esto no llevaba para bien, pero el morbo y la calentura me hacían tener un placer que nunca había tenido, mi cuerpo se alboroto tanto que sin tocarme sentí otra descarga salir de mi verga imaginando el cuerpo de mi mujer dándole placer a mi sobrino, estaba loco, como iba a estar tan excitado, no comprendía. O me estaba gustando lo que estaba sucediendo, 
o me estaba convirtiendo en un fetichista y cornudo al querer ver, lo que mi esposa estaba haciendo o quería hacer.

Continuara...........