h) En la familia
Fecha: 31/07/2017,
Categorías:
Hetero
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... delicadeza.
-También tú tienes algún rasgo de ella, y Rafa y José no, pero no quiero que me la recuerdes, háblame de otras cosas. -a mi vez empecé a hacer lo mismo que él para sentir con el tacto lo que antes veía con los ojos.
-¿Óliver?
-Dime.
-Me gustas, sabes. Eres tan varonil y masculino que…,
-¿Qué?
-Que me encantas, que me vuelves loco y te deseo. -dejé salir una risa nerviosa y pegué la cara a su pecho, me sentía pequeño y frágil a su lado, en realidad, físicamente así era, pero era distinto, o añadido, a la pequeñez o tamaño físico.
Fui bajando lentamente la mano siguiendo el contorno de la espalda, la cintura, y subí la suave curvatura de la cadera, Óliver me acariciaba la cabeza y la espalda cuando mi mano cayó resbalando en su entrepierna, notaba la dureza de su pene en el dorso de la mano y le sujeté la bolsa de los testículos.
Estaban calientes y suaves, los apreté un poco y él gimió.
-¡Lo siento!
-¡Oh! Sigue mi amor, no me has hecho daño, al contrario. -mi risa se volvió más nerviosa, me volvía torpe, tímido y temeroso. Se bajó un poco para que nuestros rostros quedaran a la misma altura.
-Enséñame a besar Alonso, deseo ser el mejor para ti y que no quieras a otro. -pues era cierto que sabía besar mal y yo le iba a enseñar lo que podría hacer con la lengua. Enseguida me imitaba haciendo lo mismo que la mía y aprendía a chupármela cuando se la entregaba, y a frotarla con la mía, y a meterla muy profundo hasta que las bocas se ...
... rompían.
Ya estaba excitado y con el juego se excitaba más aún y sentía la humedad de la verga cuando la frotaba con mi pierna, jugábamos a querernos y a ver quien tocaba más.
En un momento que estaba de espaldas me situé a horcajadas sobre sus piernas y me agaché para lamerle el pene, las abría como hacía yo cuando me follaba, y le liberé para que tuviera movilidad plena, estaba arrodillado, lamí mis dedos y busqué la entrada de su ano.
Observé un tenue rechazo de su parte y como contraía el culo. Elevé la cabeza para ver su reacción y no lograba verle bien la cara.
-¿Puedo?
-Alonso, nunca he estado con un chico, no se si me gustará.
-De eso se trata de que sepas lo que te gusta, ahora relájate no voy a follarte con mi pene, si acaso a meterte la puntita del dedo y no te dolerá.
Primero lo sentía temblar al rozarle el ano, no podía verlo y lo imagina rosado y prieto, con las piernas tensadas sufriendo y experimentando la primera mano que se atrevía a profanar tan lujurioso y sagrado lugar.
Ensalivé bien los dedos y proseguí la tarea de despertarle el gusto y placer en tan sensible lugar, hasta que se aflojó y comenzó a gozar.
-¿Te gusta?
-Sí, sí, es delicioso pero ten cuidado, así suave como me haces está bien. -intentaba sujetarme la mano temiendo que le hiciera daño y no me dejaba trabajarle bien, para que se relajara más empecé a lamerle la polla, se le había encogido pendiente como estaba de su ano.
Me la metí totalmente en la boca y con la ...