1. h) En la familia


    Fecha: 31/07/2017, Categorías: Hetero Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... mano libre acariciaba sus huevos apretándolos contra la base del pene, se comenzó a inflar poco a poco hasta tener que sacarla y jugar con la lengua en su glande. Estaba totalmente relajado y su ano queriendo abrirse, empujé y metí la puta del índice.
    
    Gritó de la impresión, estaba seguro de que no había sido de dolor, mordiéndose el brazo y con la mano tiraba de mi para que sacara el dedo, me resistí hasta que poco a poco la tensión cedió y me mordía el dedo con el esfínter del ano.
    
    Seguí mamando a la vez que movía el dedo dentro de él, gemía de gusto y también temeroso de que se lo metiera más.
    
    -Ya vale, sácalo por favor. -le retiré el dedo y suspiró liberado, continué con lo que más le gustaba, pasando las yemas del dedo por la entrada, entonces me incliné y conseguí meter la cabeza para llegar con la lengua al culo.
    
    Al tocar con la punta de la lengua dejó salir un hondo suspiro y por un segundo cerró con fuerza el culo, para volver a soltarse inmediatamente, mi lengua también era de su agrado y empujaba decidido a meterla, pero no podía por la postura y que no estaba bien abierto de piernas, continué haciendo lo que podía y disfrutando yo mismo del sabor increíble de su ano masturbándole la verga
    
    No quería que se viniera todavía, deseaba que me penetrara y me monté sobre su vientre metiendo su polla en la raja de mi culo, me tumbé sobre él moviéndome para sentir la verga acariciarme el ano y humedecerlo con el precum que sacaba.
    
    -¿Te ha gustado? Bésame ...
    ... para que sepas como es el sabor de tu ano. -le metí la lengua sin que protestara y sin dejarle contestarme, me la chupaba sacando de mi los residuos que pude guarda de la comida del culo.
    
    -Me gusta, muchísimo, es increíble lo que me haces gozar, pero tengo miedo Alonso, nunca me han hecho algo igual, te amo Alonso, te quiero. -me daba un impresionante abrazo que rompía mis costillas.
    
    -Yo también te quiero machote mío y tu culo sabe riquísimo. -me senté poniéndome recto y con la mano derecha cogí su pene para ponerlo derecho a la entrada de mi culo y empecé a descender.
    
    Cuando estuve sentado y totalmente empalado en su verga, descansé unos segundos para comenzar a cabalgar la viril y dura verga, a disfrutar el fuerte cuerpo de hombre masculino aun joven en sazón, a mi amado y hermoso macho.
    
    Resultó un largo frenesí cabalgar su dura polla, rica y firme sintiéndome a veces morir, hasta que me atacó con fuerza elevando la cadera, taladrándome hasta el fondo y regarme las entrañas de su simiente tan cálida y querida por mi.
    
    Temblaba sincopado apretando el culo para sentirla potente y dura, golpeándome como un martillo pilón la próstata y me corrí cubriéndolo de leche desde el cuello hasta el ombligo, me quedé así rendido, apoyando las manos en sus pectorales y respirando angustiado sintiendo las últimas gotas deslizarse de mi polla.
    
    -Increíble Alonso, amor mío, nunca, nunca pensé que esto sería tan rico. -podía sentirme satisfecho, mi hermanito había aprendido hoy ...
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