TAREAS EDUCATIVAS 2 - Relatos Eróticos

TAREAS EDUCATIVAS 2

... tanto! Luego tenemos que seguir…
-Si mi amor, pero tenemos que darle lugar a mamá. No te olvides que a ella también le gusta.
-Si, tienes razón. Vamos. – Jazmín se puso el camisolín. Yo la salida de baño…, aunque a mí me quedaba la pija fuera. Ambos chorreábamos fluidos. Aroma a sexo. 
	Una tranquila y reconfortante cena de pechuga con portuguesa y puré de papas. Hablamos de todo un poco, sin especial dedicatoria al sexo. 
Al finalizar fuimos al sillón de la sala. Nos sentamos a ver la tv, una a cada lado. A mi derecha Danna, a quien pasé el brazo bajo su axila, tomándole una teta. A mi izquierda la nena. También le pasé el brazo bajo la axila, pero con mis dedos llegué a la conchita para acariciar. Las dos estaban mimosas, besos y caricias, también a la pija, por supuesto. De pronto se me ocurrió calentar más, si cabe, el ambiente. 
-Párense allí, ante la tv.
-¿Para qué? - La nena nunca aguantaba su curiosidad.
-Ahora vas a ver. - Danna se paró inmediatamente. Jazmín a su lado.
-Levántense los baby doll, ambas. - Eso hicieron, sin ningún recato, total ya había visto todo.
-Era como me imaginaba. ¡Las dos las tienen igualitas!
-¿Qué cosa? – Quien preguntaba era Jazmín.
-¡Las chuchas!
-¡Jajaja! ¿Viste mamá? ¡Te lo dije, cuando te afeitaste! Somos iguales. ¡La tenemos iguales!
-Si, pero yo soy más grande…
-Seguro que cuando tenías la edad de Jazmín la tenías igualita, los mismos labios, la misma rajita, el mismo monte de venus, los mismos muslos y…, seguramente, ...

... el mismo culito. ¿A ver? Dense vuelta. ¡Justo como digo!
-¿Jajaja! ¡Voy a ser igualita a mamá! 
-Más linda mi amor, más linda, ya verás. – La mamá la alentaba. - Yo no tenía esos hermosos pezoncitos que tienes tú. Los míos eran más chiquitos…
-¡Jajaja! Estoy seguro que los chicos también te lo querían chupar. – Yo también las alentaba. ¡Quería tenerlas calientes! – Bueno, ahora quiero comprobar otra cosa…, a ver si son iguales.
-¿Qué cosa? – Nuevamente la nena es la inquieta.
-Danna, apóyate atrás, en el respaldo del sillón. - Danna hizo eso. A su lado se paró Jazmín. 
-Muy bien. Abrí las piernas…, voy a probar.
-¡Jajaja! ¡Si ya probaste! – Esta vez fue Danna quien remarcó la situación.
-Pero ahora voy a comparar… - Metí mi cabeza entre sus piernas y chupé todo lo posible, de arriba abajo, de abajo arriba, desde el ano al clítoris. Varias veces. Esperaba su orgasmo… Sabía que estaban calentísimas. ¡En ningún momento oculté la pija, con el glande humedecido por el precum! Me pajeaba suavemente… 
-¡Si! ¡Si! ¡Síííí! ¡Me viene! ¡Ay papito! ¡No puedo contigo! - Danna me tomó de la cabeza apretándome contra la pelvis.
-¡Bien! ¡Muy rico juguito! - La limpié con lengua y labios todo lo posible. - A ver tu…
A Jazmín la tomé de la cintura y la senté sobre el respaldar. No hubo que indicarle nada. Abrió las piernas, apoyó los pies en lo superior del respaldo, y se acomodó. En menos de dos minutos llegó al orgasmo, acompañado de riquísimo pis. Estaba lista al ver lo que le hice ...