LA TÍA CARMEN. ¡M APRENDERAS A OBEDECER¡ - Relatos Eróticos

LA TÍA CARMEN. ¡M APRENDERAS A OBEDECER¡

... colocó tras de mi donde me en contrabata atado y amordazado sobre el potro. Escuché un pequeño crujido de su correa de piel ajustada a la palma de su mano enguantada. Se mantuvo a un metro de distancia tras de mi y de pronto:


ZAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAASSSSSSSSSSSSSSSSSSS   Su correa de piel se estrelló contra la piel de mi culo desnudo. El chasquido resonó en el sótano y posteriormente sentí una quemadura en mi piel. Su cinturón de piel era doloroso, pero nada comparado con lo que estaba por llegar.


ZAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAASSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS      Recibí un nuevo correazo tan duro como el anterior. Volví a sentir el mismo dolor, su correa no tenía piedad, era justa y producía un calor fuerte sobre la piel del culo desnuda.

El verdadero problema llegó cuando la azotaina iba avanzada. Yo perdí la cuenta de los azotes pero mi Tía Carmen contaba uno a uno cada correazo. Llevaría unos 20 correazos y el dolor de mi culo había aumentado considerablemente. Mi piel estaba rojo y más sensible y cada azote era más duro que el anterior. 

ZAAAAAAAAAAAAAAAAAAAASSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS   Estrelló su correa con más fuerza sobre mi culo. Deseaba pedir perdón, pero era imposible con su mordaza tan apretada. No paraba de tragar el sabor fuerte de sus bragas sucias. Mi boca me sabía fatal, a orines y restos de caca. 

ZAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAASSSSSSSSSSSSSSSS    El siguiente azote me provocó un dolor aún mayor. Cada azote era más difícil ...

... de soportar. Su correa quemaba mi piel duramente.

La tía Carmen comenzó a andar lentamente alrededor de mi sujetando su correa anudada a la palma de su mano enguantada. 

-	A partir de ahora me vas a obedecer en todo…. Te lo prometo….. se te van a quitar las ganas de desobedecer…..  – Me recriminó mientras paseaba a mi alrededor y volvía a colocarse tras de mi levantando su correa y descargándola con fuerza sobre mi culo.

ZAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAASSSSSSSSSSSSSSSSSSSS    ZAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAASSSSSSSSSS



Correazo a correazo mi culo quedó dolorido. Recibí un último correazo que me hizo estremecerme de dolor. Azotó con muchas más fuerza. Hubiese gritado de dolor, pero no podía emitir sonido, solo aguantar el dolor en silencio e inmovilizado. Mientras trataba de reponerme de su último correazo la tía Carmen se dirigió hacia mí, se colocó frente a mí y noté como me sujetó de nuevo por el pelo. Ahhhhhhhhhhhhhhhhh    sus tirones de pelo eran terrible, atenazaba entre la goma de su guante de goma y tiraba con gran fuerza sin importarla el dolor que producía, más bien, era lo que pretendía causar el mayor dolor con su tirón de pelo. 

-	Ya te advertí que recibirías 200 correazos. Has recibido los primeros 50, ahora te dejare descansar y recapacitarás sobre tu comportamiento. Cuando regrese continuaré con tu castigo, ¡¡no hemos llegado ni a la mitad¡¡. Va a ser un día muy largo para ti ¡¡ Te advierto que aumentaré la dureza en cada tanda. ...