1. Dando una lección


    Fecha: 05/10/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... mi cuerpo hasta mis piernas, que fueron recorridas desde la cadera hasta la planta de los pies, volviendo a subir por la cara interna de mis muslos, provocando que mi rajita comenzara a mojarse. Con una de sus manos siguió recorriendo mi cuerpo y con la otra acarició mi rajita depilada. Tiernamente pasó la mano por mi vulva húmeda, mientras yo me mordía el labio inferior y comenzaba a jadear. Inesperadamente me besó una de mis tetas, lo que me hizo abrir los ojos y ver que estaba sudando y sufriendo. Tenía un norme bulto en los pantalones, se los bajé y vi que no tenía calzoncillos, por lo que el bulto era más grande de lo esperado. El sonrió, pero en seguida siguió con sus deliciosas caricias. Los besos comenzaron a viajar por todo mi cuerpo, primero de una teta a otra pasando por el canalillo, luego descendiendo lentamente, recorriendo mis piernas por fuera y por dentro de ellas, sacándome gemidos sonoros de mi garganta. Mientras yo le masajeaba su miembro, el me regaló infinitos besos en la entrada de mi raja, pequeños, continuados y cada vez más pícaros, pues se acercaban al delicioso botón de mi clítoris. ...
    ... Cuando lo encontró lo besó, lo acarició con la lengua y volvió a besarlo. Mientras hacía esta operación una y otra vez, puso un dedo en la entrada de mi raja y lo metió de golpe, arrancándome un sonoro grito de placer. Siguió con sus caricias, con su dedo entrando y saliendo una y otra vez, de repente entraron dos dedos y luego tres, estaba en el paraíso. Y, cuando metió el cuarto, grité y me corrí. Con el frenesí le había estado haciendo una paja descomunal al niño y, cuando grité, el también se corrió. Quedamos los dos exhaustos, tumbados en la cama, él encima mío, sudando y jadeando.
    
    -Tía,¿ya soy un hombre?.
    
    -Lo eres cariño. Envidio a la que sea tu novia en un futuro.
    
    -Gracias tía. Te quiero mucho.
    
    -Y yo Oscar, y yo.
    
    Gracias a Dios todo quedó hay, aunque me hubiera gustado sentirle dentro de mi. Pero era un niño y además mi sobrino. No podía pasar nada más.
    
    Después de esto, sus primos dejaron de meterse con él y nuestra amistad fue mayor. Nos llevamos muy bien y él, ahora, tiene una novia de su edad.
    
    Hace dos años que pasó aquello y lo recuerdo como si fuese ayer. Como envidio a su novia.
    
    Fin. 
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