Ganas de toda la vida
Fecha: 17/08/2023,
Categorías:
Infidelidad
Tus Relatos
Autor: Tabú, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Hola, para empezar decir que somos una pareja de cuarentañeros y anticiparos que venía de lejos las ganas de contar la única vez que nos atrevimos a probar a tener sexo con otra persona, la idea era meter otro hombre para que ella pudiera tener dos pollas a la vez. Su fantasía era probar el sexo con un negro.
Para hacer una entradllla antes de acabar escribiendo mi relato, os puedo decir que las situaciones se daban de vez en cuando y sobre todo en verano cuando íbamos a lugares donde poder hacer nudismo, sobre todo a pantanos por la cercanía a nuestra casa, pero nunca llegábamos a culminar ninguna de las situaciones que se daban con los mirones que se acercaban cuando ella hacía topless. Solo comentábamos de manera lasciva las situaciones que se podían dar si alguno de aquellos hombres se atrevían a acercarse hasta nosotros mientras le untaba crema de protección solar, empezando por las partes del cuerpo que estaban al sol, pero llegando siempre a acariciar todas sus partes íntimas, incluso llegando alguna vez a introducirle varios dedos en su coño mientras nos miraban de lejos, cuando se ponía boca arriba le untaba bien sus tetas, buenas tetas por cierto de la talla 90 y muy tiesas para nuestra edad, pero sobre todo, me centraba en sus pezones que se ponían duros como piedras por la excitación de la situación pero el miedo a lo desconocido o incluso a no saber cómo nos quedaríamos después de hacerlo, no nos dejaba avanzar con nuestras fantasías.
Digo nuestras, ...
... porque aunque ella siempre decía que todas las mujeres debían probar un buen rabo negro en su vida, a mi también me ponía muy cachondo pensar en poder verla con otra polla que no fuese la mía que aunque no era demasiado grande, hacia bien su cumplido o que pudiese tenerlas ambas a la vez como fantaseábamos desde muy jóvenes con distintos juguetes sexuales, empezando con alguna fruta y alguna hortaliza que cogíamos de nuestras casas cuando el dinero no abundaba siendo jóvenes y ya más tarde con varios dildos de distinta medida que los usábamos en nuestras sesiones de sexo, eso si siempre simulando que tenía más de una polla para ella sola. Al principio nunca lo comentamos pero nuestras sesiones eran eso, dos pollas para ella, por diferentes sitios, incluso alguna vez no llegaba ni a penetrarla con mi polla, solo hacía que me la chupase y me pajeara, eso también nos ponía a cien, sin llegar a comentar lo que verdaderamente fantaseábamos.
Con el avance de nuestros juegos sexuales ella se hizo adicta al sexo anal, con lo que las dobles penetraciones eran la culminación de todas nuestras citas amorosas, empezando siempre con los juguetes por el coño y yo con mi polla en su culo, sobre todo, debido que el tamaño de los diferentes consoladores que hemos tenido y alguno conservamos siempre eran más grandes que mi propia polla y para no hacerle daño los introducía en ese orden, eso si, según fuimos cogiendo experiencia, mi polla paso a ocupar su coño y las vergas de látex se alojaban y ...