Ganas de toda la vida - Relatos Eróticos

Ganas de toda la vida

... estábamos cuando de repente, paro de culear y cerró las piernas por completo, yo intenté seguir pero no tenía buen acceso ya que no abría las piernas y noté que me decía algo en voz baja, sin quitar mi mano de su coño y de su culo, me recliné para ver que me decía y me digo que había alguien cerca que le había visto con el rabillo del ojo y que estaba desnudo y masturbandose. Yo sin hacer ningún movimiento brusco mire hacia la derecha y pude ver al negro a escasos 5 metros estado detrás de un pequeño arbusto pajeandose como un loco, volví a reclinarme haciendo como que era una sorpresa para mi que estaba aquel hombre viéndonos y le describí la situación, haciéndole saber que era negro y que tenía un cipote dé órdago, ella me digo que teníamos que parar, pero comentamos como hacerlo sin que fuese muy visible, según íbamos comentando todo esto yo no paraba  de menear mis dedos en su vagina y aunque no los podía introducir bien porque seguía con las piernas cerradas, este toqueteó no dejo que le bajase la excitacion que fue subiendo según le remarcaba que desde mi posiciónn podía ver el pedazo cacho de carne marrón oscura tenía el negro y lo que estaba gozando el cabron de el viéndole a ella en aquella situación. 

Según íbamos hablando las piernas cada vez hacían menos fuerza hacia adentro cosa que yo aprovechaba para poder urgar cada vez mejor en sus agujeros, ella al ver la situación que el negro seguía allí y que estaba viéndoles como le metía los dedos en su agujeros, ...

... intento hacerme parar, pero mi insistencia en las caricias, hacia estarcada vez más entregada.

Llegado esa situación, por un instante ya casi no nos acordábamos que estaba allí el negro cerca nuestro viendo todo, con lo que me recline sobre ella y seguí  diciendo guarradas al oído, le insistía que como estaba el negro de cachondo viendo su coñito y su culito penetrados por mis dedos, que como le gustaría al cabron metérsela bien adentro, estos comentarios junto al toqueteó, hacían que estuviese como una moto de caliente de nuevo y estaba culeando con más fuerza que antes si cabe.

Justo en este momento es cuando una idea, una duda recorrió todo mi ser, ella estaba desatada, pero yo desde mi calentura podía ver lo que se podía avecinar si no paraba y cuando volví a mirar a la derecha y vi que el negro de había sentado a nuestro lado prácticamente si darnos cuentas, bueno al menos yo, ya que ella había girado totalmente la cabeza hacia la izquierda como si lo hubiese visto llegar y no quisiera verlo o hacer que no lo había visto o incluso para que el no pudiese ver su cara. 

Yo ya no podía más con la excitacion que tenía con la situación que teníamos entre manos, estando aquel tío viéndo a mi esposa casi desnuda, viendo como la masturbaba justo al lado nuestro y con la polla en la mano, meneándosela. En ese mismo instante además si puede cerciorar que era grandísima y que la tenía tiesa y dura como una vela, me pajee un poco porque me dolía la polla de la excitacion que ...