Ganas de toda la vida - Relatos Eróticos

Ganas de toda la vida

... le daban placer en su culito. Incluso varías de las últimas veces mi polla ni participa en la penetracion y se la hago directamente con dos consoladores de látex uno para su coño y otro para su culo, rematando con mis dedos en su clitoris que la vuelve loca y esto hace que me la chupa y la succiona como si fuese un flash de fresa, haciéndome correr como un burro entre sus labios, en su boca.

No quiero alargarme demasiado, creo que ya os habré puesto en contesto de como se fueron  fraguando durante toda una vida poder hacer realidad una fantasía casi sin hablarlo, todo eran mensajes a medias, comentarios jocosos, pero sin concretar en una conversación adulta lo que creo que “queríamos” hacer, y digo queríamos ya que a veces he llegado a pensar que ella está  instigada por mi, debido a los juegos a los que le someto cuando estamos  juntos practicando sexo. 

El caso es que el verano pasado en agosto, un día de fin de semana como otro cualquiera, decidimos ir al pantano que está a media hora de casa y que es al que más vamos, la idea era llevar unas ensaladas y algo de fruta para comer  y así poder echar el día entero, así que para allí que fuimos. Llegamos pronto, para las 11 de la mañana estábamos en el sitio que nos gusta pillar ya que no tiene más que un acceso en coche y no va prácticamente nadie por allí, solo puedes encontrar algún transeúnte que pasan andando por la orilla dando un paseo. Como siempre según estábamos instalados, nos tumbamos en las toallas y nos ...

... dimos crema para no quemarnos. Ella me da a mi primero y luego le unto yo, como es un poco tímida siempre arranca con el biquini completo, pero al darle la crema se lo muevo para poder darle por todas las zonas y se lo acabo sacando diciéndole que es mejor que no les lo ponga para que no le queden marcas del bronceado, aprovechando como cada vez qumás le lo quito para pellizcarle esos bonitos pezones que tiene marrones oscuros.

Después de estar un rato tomando el sol y con la calor que hacía, me decidi a darme un baño y ella me dijo que se quedaba en la toalla que estaba muy a gusto. Estando en el agua, me fije que un poco más a la derecha de nosotros a unos 100 metros se había instalado otra persona y estaba en la orilla tomando también el sol. Me dio un vuelvo al corazón al ver que era un tío negro. Se me puso dura como un palo en segundos ya que me vinieron a la cabeza los pensamientos más guarros que os podáis imaginar a lo que podía pasar ese día como tantas veces había fantaseado. Me salí del agua cuando pude bajar el empalme bestial de mi polla que no fue fácil ya que la mente no paraba de trabajar, al salir vi que el negro me fichó a lo lejos, se había percatado que tenía compañía cerca y para hacerlo mejor y poder visualizarnos a ambos se levantó de la toalla, mi gran sorpresa (nunca mejor dicho) fue ver que estaba totalmente desnudo y aunque estábamos relativamente lejos para ver los detalles, parecía tener un buen rabo, estaba morcilla pero yo creo que ninguno de ...