ESTÁ DURA LA ARMADURA
Fecha: 31/08/2023,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... hablaba. Yo no quería ir más allá…, por ahora…
-¿Quieres postre? Tengo helados.
-¡Jajaja! No me contestas. ¿En qué me puedo cansar?
-Y…, no quiero que duermas en el sofá…
-Eso me lo dijiste.
-¿Sabes que me pasa algo que no me pasó nunca? – No me sentía cómodo diciéndole lo que sentía.
-¿Qué cosa? Pareces una persona equilibrada, con mucha experiencia. Por lo menos profesionalmente.
-Y…, si…, pero no es tanto en todo…
-¿En qué cosa?
-Bien…, es que tengo varias amigas…
-Creo que muchas. ¡Jajaja! ¡Viudo y solitario! ¡Casi nada!
-No, no tantas. Te explico. Te hablo de amigas…, amigas. ¿Si? Sin ninguna otra condición. Es así. Amiga sin ningún otro interés. ¿Entiendes? Amigas con las cuales no tengo otro interés. Solamente la amistad. Ayuda, afecto, solidaridad, nada más…
-¿Qué otra cosa puede ser? – Creo que Andina sabe muy bien a que me refiero.
-Eso sólo, sin ningún interés sexual… Bueno, lo dije…, sin intención de llevarla a la cama. ¿Entiendes? Tengo varias amigas de este carácter, a quien quiero mucho…
-¿Qué tiene de raro? Yo también tengo amigos de ese carácter. Ningún problema…
-Pero espera. Te quiero seguir contando. También tengo varias amigas…
-Me doy cuenta… Tienes “amigas” con quienes te acuestas…, tienes sexo, ¿no? ¿Eso es lo que querías decirme?
-Si, con las cuales tengo relaciones sexuales comprensibles, agradables y reiteradas de la mejor manera.
-¿Y entonces? ¿Qué es lo raro?
-Lo que me pasa. Es que te quiero…, como una gran amiga. ...
... Amiga… ¿sabes? Pero… quiero que siga siendo así, de esta manera.
-¿Y? Yo no tengo ningún problema, Daniel, te aprecio. Te quiero, si lo puedo decir. Sos una persona maravillosa, inigualable, única. Lo puedo decir, nunca imaginé que podría conocer un hombre como tú, que en tan pocas horas me ha maravillado. Te quiero mucho Dani.
-Síííí…, yo también… ¡y ese es el problema!
-¿Qué problema?
-No quiero perderte, Andina…, no quiero eso…
-¿Por qué será de otra manera? - ¡Estoy seguro que Andina lo sabe!
-Es que…, bueno, lo tengo que decir, no tengo otra. Espero, desde el fondo de mi corazón, que no lo tomes a mal…
-No creo que me digas algo que me pueda molestar.
-Es que…, Andina, tesoro…, te deseo… ¡TE DESEO!!!
-¡Jajaja! ¿Ese es el problema? ¡Jajaja! No me enojas, ni me ofendes, ni me desagrada. Me enorgullece que te guste…, para desearme. ¡Me siento 30 años más joven! ¡Qué una viejita como yo le guste a un guapetón como vos es buenísimo! ¡Jajaja! No me voy a ir, y voy a dormir en tu cama… y te mando al sofá.
-¡Jajaja! ¡Bueno! ¡Es lo que quiero! – Los dos reíamos como si nos hubiéramos sacado un gran peso de encima. – Bueee…, vamos un ratito a ver tv… ¿te parece? Vamos al sofá de la sala.
-Bueno…, una noche completa.
-Más o menos…
-¡Jajaja! ¡Pícaro!
Lo clásico, por lo menos para mí…, pero Andina también lo hizo. A la media hora, más o menos, ambos al baño. Para glorificar los intestinos. Y quedamos fresquitos…
Esperé un rato. ¿Se cambiaría, desnudaría? ¿Tendría pijama? ...