Ángel y demonio (Parte 3)
Fecha: 17/09/2023,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: JORGEFAG, Fuente: CuentoRelatos
... todo su cuerpo, hasta que de su vulva comenzaron a brotar grandes gotas que salpicaban en distintas direcciones al ritmo del vaivén de su mano perforando su vulva.
Gotas de jugo vaginal salpicaban hacia el piso, hacia la mano del vecino y hasta sus propias piernas, donde resbalaban poco a poco hasta llegar al piso de la habitación.
Jorge se incorporó, se quitó el pantalón y la playera, y apuntando su pene endurecido en la entrada de la vagina de Karen le contesto:
- Claro que te voy a ayudar vecinita-
Al tiempo que clavaba hasta el fondo el tronco de carne, chocando con sus blancas nalgas el par de huevos negros del vecino, simulando el ruido de alguien aplaudiendo.
De inmediato genero la reacción de la vecina, quien soltó un grito ahogado, apenas perceptible a través de la ventana cencerrada, mismo que se repetía en cada nueva embestida del vecino.
Comenzó el vaivén del pene de Jorge dentro de la vulva de Karen, estableciendo ritmo de inmediato, el vaivén del tronco de carne se repetía una y otra vez, empezaba con la cabeza de la glande asomada por la entrada de su vagina, inmediatamente después comenzaba a desaparecer dentro de ella hasta que se escuchaba el choque de sus huevos en las redonditas nalgas de ella, seguidas de un gemido de deseo de Karen, que acompañaba meneando sus caderas al ritmo de penetración, después el miembro comenzaba a salir despacio de las entrañas de Karen y después todo comenzaba de nuevo.
Para entonces la vecina había ...
... perdido por completo la compostura: su rostro desencajado, sus gemidos y sus movimientos indicaban hasta al más despistado que estaba siendo objeto de una dosis de placer que todos los transeúntes disfrutaban.
Los trabajadores de enfrente del edificio se desvivían en vítores para la ocasional exhibicionista, acompañados de los más vulgares piropos sobre la posición, la reacción y en general por el acto que estaba siendo realizado por ella en ese momento.
En ese momento en realidad nada importaba para la vecina, finalmente estaba siendo poseída por el vecino y a pesar de que no fue el encuentro planeado lo estaba disfrutando.
Este ritmo se sostuvo durante unos minutos hasta que Karen empezó a aumentar el ritmo y volumen de sus gemidos, al tiempo que decía: dame papi, dame, no pares.
El vecino comenzó a hundir su tronco más y más duro dentro de ella, mientras tanto ella se iba abandonando poco a poco a disfrutar el orgasmo, empezó con pequeñas gotas que escurrían de la vulva, hasta que era un imponente chorro saliendo de ella acompañado de gritos y un gran escalofrió que la recorría.
Jorge se agarró con fuerza de las nalgas de Karen para aumentar los embates, cuando de repente sonó de nuevo un estrepitoso chirrido, la ventana finalmente había cedido ante los movimientos de Karen, la cual al sentirse liberada se incorporó, después de algunos segundos de batallar para recuperar la postura, vio a su vecino a los ojos, diciéndole:
- no termines aun papi súbete a la ...